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De: "Carlos Alberto Iurchuk" <dragoninvisible@gmail.com>
Título: Boletin - Enero
Fecha: Tue, 9 Mar 2010 16:30:56 -0300
Para: "Ignacio Darnaude" <ummo@hispavista.com>
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EL FUEGO DEL DRAGON
BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA
Nº 137 - Enero de 2010

Editado por Carlos Alberto Iurchuk
La Plata - Argentina
dragoninvisible@gmail.com
"El Dragón Invisible"
http://correo.hispavista.com/Redirect/dragoninvisible.com.ar


Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.


OVNIs, ¿ya está todo dicho sobre el tema?

Francisco Javier Torrent
Valencia - España
dunedainxavier@hotmail.com

Winston Churchill, primer ministro británico, el 28 de julio de 1952 se preguntaba públicamente: "¿Qué son todas estas historias sobre platillos volantes? ¿Qué significan? ¿Cuál es la verdad? Entréguenme un informe tan pronto como sea posible". [Gómez, 2006]
Tres décadas más tarde, en 1996, se consumó el estudio de dicho informe y el Gobierno de Tony Blair en el año 2006, publicó las conclusiones de dichos estudios. [MoD, 2006]
El estudio, de más de 450 páginas repartidas en tres volúmenes, concluye que los OVNIs (a los que se refiere como Fenómenos Aéreos No Identificados) existen, pero rechaza que tengan algo que ver con visitantes de otros mundos. [Gómez, 2006]
Para los redactores de dicho informe, son una mezcla de fenómenos naturales y de fenómenos de origen humano que van desde meteoros hasta aviones espía. Aunque no se han encontrado pruebas que sugieran que los fenómenos sean hostiles. [Gómez, 2006]
En base a ello, el Ministerio de Defensa (MoD) británico ha dado de baja el número de teléfono y el buzón de correo electrónico en los cuales hasta ahora recibía denuncias ciudadanas sobre apariciones de platillos volantes. [MoD, 2009]
Dicho estudio, confirma la política llevada a cabo por las autoridades, no importa el país, sobre dicho tema; es decir, considerar que los testigos, si fueron veraces, han cometido errores de observación o no han sabido interpretar correctamente lo que vieron realmente (el planeta Venus, esfera de aire ionizado, nubes, aviones, helicópteros, globos meteorológicos, satélites artificiales y otros fenómenos más o menos vulgares, pero conocidos). [Manglano, 1980]
Pero pese a que en efecto, hoy día se sabe que más del 95% de los avistamientos OVNI reportados en los últimos 52 años han sido fraudes conscientes o inconscientes [Mendoza Palacios, 2004], y que la gran mayoría de casos puede explicarse fácilmente. [El Mercurio de Calama, 2009], ¿qué ocurre con los "otros" avistamientos? ¿Qué explicación tienen?
Así por ejemplo, pese a que algunos encuentros de pilotos con OVNIs han demostrado ser aviones militares, como el SR-71 [Fuentes, 1980]. Sin embargo, desde 1947, se ha asociado el fenómeno OVNI con la presencia de extraterrestres; probablemente motivados por las declaraciones, a raíz del denominado "incidente Roswell", tanto del teniente Walter Haut quien emitió por orden del coronel William Blanchard una declaración pública que textualmente decía (sic): "Hemos capturado un platillo volante. Ha sido trasladado por el comandante Marcel a Fort Worth, Texas" (que posteriormente el general Roger Ramey de Fort Worth desmintió, afirmando que se trataba de un globo meteorológico), como del general Arthur E. Exon, quien confirmó haber hallado restos de un aparato y de seres extraterrestres en Roswell; [Fiebag, 2002] o posteriormente el mayor Jesse Marcel quien aseguró que el ejército había recuperado una nave espacial. [Fiebag, 2002] De igual modo, también contribuyó a fomentar dicha ideal el resumen del informe remitido a finales de 1947 al Pentágono con motivo de los avistamientos de K. Arnold, el cual menciona: (sic) "El fenómeno observado es real y no una visión o una ficción". [Fiebag, 2002]
Sin embargo, ya en el año 1969 Jacques Vallée. Con su libro Passport to Magonia, relacionaba las apariciones de duendes, hadas, elfos, de siglos pasados con la de los OVNIs. Demostrando analogías evidentes entre los anillos de las hadas y los platillos, los secuestros de los elfos y las abducciones, etc. [Vallée, 1969]
No en vano, la designación del acrónimo inglés UFO (Unidentified Flying) empleado en el fenómeno, se utilizó para distinguir dicho fenómeno de los testimonios de "cuentos de hadas". [Flammonde, 1977]
Posteriormente, John Alva Keel (Alva John Kiehle) en UFOs: Operation Trojan Horse, explicaba que dichas relaciones no eran casuales y que de hecho, podría existir un interés en que perdurasen las creencias en hadas en la Europa del Medievo, así como la de vampiros, aviones misteriosos, etc. [Keel, 1970]
Muchos autores han mencionado la manipulación del fenómeno OVNI, y las constantes campañas de desinformación que hay detrás de ello. [Aparicio et al., 1998] [Reinoso, 1998] [Barclay, 1999] [Darnaude, 2002] Manipulaciones que podían incluso haber necesitado de la ficticia figura de extraterrestres para desviar la atención de la opinión pública y en la cual, podría haber estado involucrado el propio K. Arnold. [Barclay, 1999]
En posible que el acrónimo UFO se emplease para relacionar los objetos aéreos de tecnología avanzada con extraterrestres, en un intento de manipular la opinión pública (que aún perdura) por parte del proyecto Blue Book. [Barclay, 1999] Teniendo en cuenta que el acrónimo UFO, también se puede pronunciar y en ocasiones así se ha referido, como "you-foe", es decir, literalmente "tú enemigo" [Barclay, 1999].
Lo más importante es que el MoD, ha concluido con la afirmación (casi inaudita) sobre la veracidad oficial de dicho fenómeno y (no menos significativo), dado que niega su origen extraterrestre, la aceptación que existe un origen humano detrás del fenómeno. Las afirmaciones del MoD implican que además de ser un fenómeno vinculado a tecnologías terrestres, que no debe ya ser considerado como "enemigo".
Lo malo de dichas afirmaciones, es que ahora, resulta aún más improbable asignar a un gobierno, nación o potencia, dicho fenómeno. O tal vez no.

Referencias:

Aparicio A, Caravaca J, Aparicio Viso M. ¿Quién manipula el fenómeno OVNI? El Fuego del Dragón; 1998; nº 1 (septiembre). Disponible en: http://correo.hispavista.com/Redirect/fuego.dragoninvisible.com.ar
Barclay D. Extraterrestres. La respuesta definitiva sobre los OVNIS. Ed Timun Mas; 1999.
Darnaude Rojas-Marcos I. Los motivos del no-contacto extraterrestre. El Fuego del Dragón; 2002; nº 50 (octubre). Disponible en: http://correo.hispavista.com/Redirect/fuego.dragoninvisible.com.ar
Fiebag P, Gruber E, Holbe R. Geheime Botschaften. Múnich. Ed. Wissen Media Verlag; 2002
Flammonde P. UFO exist! Ed Ballantine; 1977
Fuentes D. OVNI americano. Revista Stendek. 1980; nº 40 (junio)
Gómez IA. Ovnis sin extraterrestres. Diario La Verdad de Murcia. 21/05/2006. Disponible en: http://correo.hispavista.com/Redirect/www.laverdad.es
Inglaterra le dice no a la ufología. Diario El Mercurio de Calama (Chile). 6/12/2009. Disponible en: http://correo.hispavista.com/Redirect/www.mercuriocalama.cl
Keel JA. UFOs: Operation Trojan Horse. 2ª edición. New York. Ed. Plenum.; 1970
Manglano V. Ciencia y OVNIS. Revista Stendek. 1980; nº 40 (junio)
Mendoza Palacios E. ¿Cómo puede reconocerse un fraude ovni? El Fuego del Dragón; 2004; nº 67 (marzo). Disponible en: http://correo.hispavista.com/Redirect/fuego.dragoninvisible.com.ar
Ministry of Defence (MoD). How to report a UFO sighting. 01/12/2009. Disponible en: http://correo.hispavista.com/Redirect/www.mod.uk
Ministry of Defence (MoD). UFO Reports in the UK. 16/02/2006. Disponible en: http://correo.hispavista.com/Redirect/www.mod.uk
Reinoso LA. Desde Rosario a Victoria sin pasaje previo: Caso Godoy - 22 de octubre de 1998. El Dragón Invisible. Disponible en: http://correo.hispavista.com/Redirect/dragoninvisible.com.ar
Vallée J. Passport to Magonia: from folklore to flying saucers. Chicago. Ed. H. Regnery; 1969

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Ummo: Hablan los protagonistas

(Primera parte)

Moisés Garrido Vázquez
Huelva - España
moisesgarrido@ono.com

[Nota: Este artículo apareció publicado en el nº 247 de la revista Más Allá (septiembre de 2009) bajo el título 'Caso Ummo: Sexo, mentiras y... ¿extraterrestres?'. Publicado aquí bajo autorización del autor.]

En abril de 1993, el psicólogo industrial y vicepresidente de la Sociedad Española de Parapsicología José Luis Jordán Peña, confesó ser el autor material de toda la trama Ummo. La decepción fue enorme entre los protagonistas directos del caso, es decir, los receptores de las célebres cartas ummitas, fieles depositarios de supuestos mensajes procedentes de una civilización extraterrestre localizada en torno a la estrella Iumma -en nuestras tablas astronómicas, identificada provisionalmente con Wolf 424-, a 14,6 años luz de la Tierra, según revelaban las misivas (mecanografiadas y remitidas por vía postal). No obstante, jóvenes ufólogos como Javier Sierra, José Juan Montejo y Manuel Carballal, ya venían pisando los talones a Peña desde unos años atrás. Y es que existían claros indicios de su implicación directa en el caso y así lo manifestaron en más de una ocasión. Estos investigadores descubrieron que Peña y Vicente Ortuño, testigos del caso Aluche (uno de los avistamientos sobre los que se sustenta el affaire Ummo), ya se conocían antes del incidente, algo que ambos habían negado siempre. Además, resultaba sospechoso el estilo tan similar entre los dibujos realizados por Peña para ilustrar su libro Casas encantadas (1982) y los que acompañaban algunos informes ummitas. Por su parte, Cuadernos de Ufología publicaba en septiembre de 1988 un demoledor artículo titulado "Ummo: 20 años de paranoia compartida", en el que su autor, Carlos Berché, ya señalaba a Peña como posible promotor del fraude. Aún así, ¿han quedado resueltas todas las incógnitas? ¿Hay todavía piezas sueltas en este complejo rompecabezas? ¿Actuó Peña solo o tuvo colaboradores?...
Hemos entrevistado a varios personajes que vivieron toda aquella historia de cerca, para conocer sus impresiones sobre unos acontecimientos ya lejanos en el tiempo. En su día, asistieron a las célebres tertulias de La Ballena Alegre, en los sótanos del madrileño Café Lion. En aquellos encuentros, surgidos en los años sesenta, un tal Fernando Sesma Manzano -el primer receptor de informes ummitas- leía en voz alta los mensajes extraterrestres, entusiasmando al público (desde 1962, ya venía manteniendo contacto con Saliano, un ser procedente del planeta Auco). De allí surge el "grupo de Madrid", un colectivo formado por simpatizantes de los ovnis y receptores de documentos de Ummo (que más tarde, en 1970, formarían parte de la asociación Eridani A.E.C., fundada, entre otros, por Jordán Peña y Félix Ares de Blas, actual presidente de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico). Con algunos de los involucrados en el caso pude reunirme recientemente en la capital española, incluyendo al propio Jordán Peña, para así saber cómo están las cosas en estos momentos respecto a una historia que tanto interés mediático despertó, sobre todo tras la observación de un presunto ovni ummita en los cielos de San José de Valderas (Madrid), el 1º de junio de 1967. En compañía del jurista José Juan Montejo, uno de los investigadores mejor informado sobre el tema Ummo -al que agradezco su asesoramiento y colaboración-, y del joven periodista David Cuevas -director del programa radiofónico La Sombra del Espejo-, tuvimos oportunidad de entablar encuentros inolvidables con Enrique Villagrasa, Juan Aguirre, Pepe Atín, José Ariznavarreta, Juan Ignacio Cuesta y el ya citado Jordán Peña, entre otros. Con este último, mantuvimos una reunión de más de cuatro horas en su propio domicilio, respondiendo amablemente a la batería de preguntas que le formulamos, algunas ciertamente incómodas.
Reconstruir la ramificada historia del caso Ummo no es tarea fácil. Hablamos de sucesos acaecidos hace varias décadas, y no siempre vinculados estrictamente a lo ufológico. Los protagonistas -algunos octogenarios-, ya olvidan detalles concretos, confunden fechas e interpretan los hechos en función de sus creencias y de su apego afectivo al tema. Eso lo sabe muy bien el experimentado investigador José Juan Montejo, quien pacientemente y a base de contrastar al máximo cuanta información le llega, intenta ensamblar las piezas de este puzzle, casi en una tarea más detectivesca que ufológica. En este sentido, el affaire Ummo resulta fascinante, en principio porque si se trata de un montaje perfectamente urdido, sería interesante conocer las motivaciones e implicaciones de ciertos personajes en esta historia, qué provecho han sacado de la misma, averiguar si sirvieron de algo positivo las aportaciones de reconocidos ufólogos (o añadieron, si cabe, más confusión) y considerar si ha merecido la pena el tiempo y empeño que muchos dedicaron a los emisarios de Ummo, que incluso convirtieron en el eje de sus vidas (generándose finalmente lo que el doctor Berché diagnosticó como un "delirio compartido"). Como vemos, la cuestión no es nada baladí. Por eso, el presente artículo -una mera pincelada en un enorme lienzo ummológico- no tiene mayor pretensión que exponer la opinión de algunos protagonistas de una historia sobre la que aún quedan muchos interrogantes por desentrañar.
Como he señalado anteriormente, ya se barajó en su día la posibilidad de que Jordán Peña fuese el artífice del affaire Ummo, al comprobarse su participación en los casos Aluche y Valderas, fraudulentos según las investigaciones más convincentes. Sin embargo, hay que reconocer también que desde su autoinculpación, apenas ha aportado evidencias que avalen su autoría en esta historia. Eso ha llevado a ciertos ummólogos a poner en cuarentena sus declaraciones, señalando que miente para confundir. "Con Peña nos hemos llevado una gran decepción cuando tras su primera confesión esperábamos que antes o después aportara pruebas más o menos claras de su implicación y lo que ha aportado ha sido paupérrimo y escaso", apunta Montejo, que ha descubierto muchas contradicciones en sus sucesivas declaraciones, cambiándolas según le conviene y dependiendo de quien le entreviste. No es de extrañar, pues, que el ufólogo Juan José Benítez, que ha tenido la oportunidad de entrevistarle varias veces, se fíe muy poco de este señor. "Jordán es un mentiroso patológico. En mi caso, al menos, no resulta cómodo comprobar cómo un individuo va cambiando de criterio y modificando los hechos conforme transcurren los meses y los años", advierte en su libro El hombre que susurraba a los ummitas (2007).

"No nos crean."

Llegamos puntual a la cita con Enrique Villagrasa Novoa y su encantadora esposa Elena. Nos acomodamos en un elegante salón de su hogar para realizar la entrevista, ante varios carpetones con informes ummitas originales que amablemente extrajo de sus archivos para nuestro deleite. Enrique, ingeniero de obras públicas hasta su jubilación, fue uno de los asiduos a las tertulias de La Ballena Alegre. Tuvo ocasión de mantener extensas conversaciones telefónicas con los supuestos ummitas. Charlaban de asuntos muy diversos, preferentemente científicos, y días después recibía informes mecanografiados -estampados con el signo ummita- sobre todas aquellas cuestiones que a él le interesaban. "Una de las veces estuve dos horas y media hablando por teléfono con un ummita. Hablábamos de muchos temas y me contestaba a todo lo que preguntaba. Solía telefonearme un señor que se llamaba Dei-98", recuerda. Él llegó a las tertulias antes de que surgiera el tema Ummo. Era la época en que Sesma leía los extravagantes mensajes de Saliano, que tanta risa despertaban entre los contertulios. "Fue en los años 50. Leí en un periódico que había unas reuniones en La Ballena Alegre sobre el tema de los platillos volantes. No recuerdo si eran los martes. Cuando yo asistí estaba de moda el caso de la piedra de Sanmartín (Ver anexo 3). Luego empezó lo de Saliano y más tarde, en 1966, lo de Ummo".
- ¿Recibió usted muchas cartas ummitas?
- "Muchas, pero no sé precisar el número. Las cartas me llegaban con una frecuencia semanal, a veces cada tres días. Luego se leían en público en las tertulias y se fotocopiaban".
- ¿Qué le parece la autoinculpación de Jordán Peña?
- "Es imposible que Peña haya podido hacer todos estos informes".
- ¿Qué le lleva a estar tan seguro?
- "Los ummitas advirtieron que si en alguna ocasión tenían dificultades, tratarían de desacreditar ellos mismos todo lo de Ummo. Esto lo tenían previsto ellos. Sería una estrategia de autodescrédito. Peña ha actuado por indicación de los de Ummo".

Otra persona muy ligada al caso Ummo es José Atín Balbás, doctor en Ciencias Físicas. Nos citamos con él en el mismo lugar donde estuvo ubicado el Café Lion, en la calle Alcalá 59, muy cerca de la Cibeles. Hoy es la acogedora taberna irlandesa The James Joyce. Mientras tomamos un aperitivo, comienza a relatarnos su periplo por La Ballena Alegre: "Empecé a ir a las reuniones en 1966. Me atrajo la personalidad de Sesma y el colectivo que le rodeaba. Pero no me interesó tomar contacto con el Grupo de Madrid. El trasfondo mágico no me atraía. Mi único interés era estudiar los informes ummitas para extraer mi propio criterio. Y era imposible obtener datos si no te metías en el grupo, comprometiéndote a hacer lo que el grupo quería, y yo no estaba por la labor".
- ¿Y cómo se convenció de la realidad de todo aquello?
- "Yo estaba haciendo la tesis doctoral en Física sobre la coherencia temporal del láser. Te hablo de los años 68-70. Pues bien, resulta que en un informe de Ummo explicaban la manera en que ellos almacenaban la información y la manera en que ellos la obtenían. Y coincidía, aunque con sus palabras, con lo que yo estaba investigando. Lo que ahí se describía era una aplicación de lo que yo estaba estudiando, y era una idea original. Te puedo asegurar que en la literatura divulgativa científica no había nada de ese tema, salvo en la bibliografía en profundidad a la que yo recurría. Y me cuesta creer que Peña supiera nada de eso".
- ¿Duda, por tanto, que Peña haya perpetrado esta historia?
- "Peña era un tío que razonaba bien. Merecía la pena escucharle, aunque tenía un ego muy fuerte. Pero no me creo que sea el autor del tema Ummo. Era inteligente, pero no tenía ideas propias con las que fabricar los informes ummitas".
- Entonces, ¿su opinión al día de hoy sobre el caso Ummo?...
- "Yo creo con seguridad que Ummo puede ser la representación teatral de seres inteligentes que están aquí y ahora. Ellos están tecnológicamente más evolucionados que nosotros. Tienen que haber utilizado una vía espacio-temporal que no está a nuestro alcance. Coincido con Ignacio Darnaude (Más Allá 241) en que no hay que buscar explicaciones racionales para justificar su presencia. Pensamos que están por el comportamiento singular que tienen".

Con Juan Aguirre y José Ariznavarreta quedamos en una cafetería del Centro Comercial Arturo Soria. El primero de ellos, que fue médico traumatólogo, realizó una gran aportación al recopilar todos los informes ummitas existentes hasta 1985 en tres tomos (1.189 páginas en total), haciéndolos asequibles a cualquier interesado. "Fue un trabajo de locos. La gente se resistía a darte nada. A tal extremo, que como no me dejaban hacer copia, yo leía los informes en voz alta, lo grababa y luego lo transcribía a máquina. Hoy ya están en internet los tres tomos", señala el doctor Aguirre. Así es, en la web www.ummo-ciencias.org pueden localizarse sin ningún problema.
- ¿Cómo se enteró de las reuniones de La Ballena Alegre?
- "Yo estaba recién llegado a Madrid, sobre el año 57 ó 58, cuando terminé la carrera de Medicina. Un día cojo el periódico y veo el anuncio con las reuniones de Sesma. Por las tardes terminaba a las seis la consulta y me acerqué al Café Lion. Bajé al sótano y allí estaban Fernando Sesma, Alicia Araujo, Alfonso Paso. Había bastante gente. Se hablaba de lo humano y de lo divino. Asistí por morbosa curiosidad. Sucedió lo de la piedra de Sanmartín y me interesé ya por el tema, haciéndome asiduo a las tertulias. Durante dos o tres años frecuenté La Ballena Alegre".
- Tal vez, recopilar los informes y divulgarlos masivamente no entraba en los planes de los autores del affaire Ummo...
- "Cierto. El experimento me lo he podido cargar yo. Eso era una siembra realizada a boleo. Pero el hecho de recopilarlo, ordenarlo y publicarlo, haciéndolo accesible a otras personas que no eran los destinatarios elegidos por la fuente, eso no entraba en los planes del experimento".
- ¿Piensa que detrás de ese experimento podría estar Peña?
- "Peña para mí siempre ha sido un psicópata de órdago. Aparte, no tiene nivel para realizar esos informes. En todo caso, podría haber colaborado en la elaboración de los dibujos, pues se le daba muy bien dibujar".
- Entonces, ¿cuál es su opinión personal al día de hoy?
- "Creo que puede existir una causa exógena detrás del caso Ummo".

A José Ariznavarreta, cámara de profesión en su día, le ocurrió una curiosa experiencia que no tuvo inconveniente en relatarnos. "El signo ummita lo conozco desde mucho antes de 1965. Por lo menos desde 1961. Por la plaza de Callao unas jóvenes de la Cruz Roja me pusieron un alfiler de oro, cuyo símbolo no sabía qué podía significar. Al cabo de los años, comencé a ir a La Ballena Alegre. Yo me reía de todo aquello. Pero cuando vi el signo de Ummo, me quedé alucinado. Era el mismo símbolo del alfiler que me regaló aquella joven".
- ¿Qué piensa hoy del caso Ummo?
- "Estoy convencido de que es de origen extraterrestre".
- ¿Y qué opina de Jordán Peña?
- "Peña está loco. No hay que hacerle el menor caso. Miente totalmente".
Cuando salimos de la cafetería, Ariznavarreta nos llevó hasta su vehículo. Como demostración de su fidelidad a Ummo, nos mostró las pegatinas con el signo ummita que lleva colocadas en los laterales y en la parte trasera de su coche.

La otra cara de Ummo

Uno de los testimonios más interesantes que recogimos fue el de Juan Ignacio Cuesta, colaborador del célebre programa La Rosa de los Vientos (Onda Cero). Este periodista vivió toda aquella historia de La Ballena Alegre de una forma muy particular. Por aquella época, era un joven de 15 años con inquietudes ufológicas que, en compañía de unos amigos, frecuentaba dichas reuniones. "Asistí durante unos cinco meses a la reuniones presididas por Fernando Sesma en La Ballena Alegre -nos cuenta-. Eran tiempos muy complicados porque el régimen de Franco se terminaba y entonces cada vez que alguien se reunía en cualquier sitio saltaban las sospechas. Nos tenían puesto el ojo y seguramente que allí había alguna persona espiándonos".
- De hecho, usted llegó a ser detenido. ¿Cuál fue el motivo?.
- "Con nosotros solía venir un individuo, cuyo alias era 'Coki', con una doble vida. En la otra, se dedicaba a atracar a gente por ahí. La policía lo detuvo en una ocasión, y para de alguna manera obtener un mejor trato, no se le ocurrió otra idea que decir que éramos una secta, que seguíamos a Charles Manson, que cultivábamos marihuana en el campo, en fin, cosas de ese estilo. Al individuo no le hicieron mucho caso, pero dos años después, un juez que estaba entonces en el Tribunal de Orden Público, nos citó a todos para interrogarnos. Nos detuvieron una noche a varios de los que andábamos en aquellas reuniones. El juez nos puso bajo la ley de peligrosidad social en ese momento, nos hizo firmar que habíamos fumado marihuana, cosa que no sucedió, y nos mandó una temporada al Hospital General Penitenciario para que tapáramos un poco a la opinión pública. Cuando aquello terminó y yo salí del Hospital, prácticamente me retiré de todo esto, lo seguí ya desde fuera y decidí no volver a La Ballena Alegre. Cada vez me fui convenciendo más de que todo aquello era una patraña".
- ¿Considera la posibilidad de que haya algo extraterrestre tras el caso Ummo?
- "Con sinceridad, no".
- ¿Admite entonces la versión de Peña respecto a su autoría en este montaje?
- "En parte sí, pero hubo más. Estoy convencido de que otros le echaron una mano, aunque desconozco quiénes son. Él sólo no lo hizo. Eso requiere una serie de medios para poderlo hacer".
- ¿Cree que los servicios de inteligencia han estado detrás del caso Ummo, bien como autores o como colaboradores?
- "Es muy posible. Como ya te he dicho antes, cada vez que había una reunión de este tipo, enseguida se pensaba que había temas políticos detrás, entonces es muy seguro que tuviéramos allí espías que estaban controlándonos. Sobre si los servicios de inteligencia fueron los promotores de todo esto, ahí no puedo pronunciarme".

Quien sí se pronuncia a ese respecto es el veterano investigador Manuel Carballal. Con él también hemos querido ponernos en contacto para formularle unas preguntas, ya que en su obra Los expedientes secretos (2001), dedica un amplio capítulo al caso Ummo.
- Manuel, ¿hasta qué punto considera que los servicios de inteligencia españoles han estado implicado en dicha historia?
- "Según mis fuentes, los servicios de información españoles, se interesaron por Ummo cuando se dieron cuenta del tipo de objetivos potenciales que se reunían en La Ballena Alegre: una secretaria de la Embajada de USA, policías, militares. Era lógico. Las creencias siempre han sido utilizadas como instrumento de espionaje por los servicios de inteligencia, y el fenómeno OVNI es una herramienta fantástica para manipular a un cierto sector de la población occidental".
- ¿Cree que con la autoconfesión de Jordán Peña el caso Ummo quedó cerrado o, por el contrario, aún quedan flecos sin resolver?...
- "Supongo que, al menos hasta ahora, debo ser el único que no sólo obtuvo la primera confesión extensa (más de 50 páginas) que me redactó Jordán Peña por escrito, sino pruebas físicas y materiales de su autoría del fraude (como el troquel que utilizó para fabricar las famosas láminas de San José de Valderas), y por eso juego con ventaja. No hay ninguna duda, para mí, de su responsabilidad en la creación de Ummo. Era profesor de ciencias cuando ideó el engaño, con un móvil tan sucio y siniestro como el sexual y el afán de poder. Peña fue el motor inicial, pero tuvo muchos colaboradores, que tienen nombre y apellidos, como Vicente Ortuño (que sostenía la maqueta del OVNI ummita mientras Peña hacía las fotos), Mercedes Carrasco y Trinidad P. que enviaban las cartas ummitas que Peña les entregaba, etc. ¿Y si quedan flecos sin resolver? Por supuesto. En toda investigación criminal, cuando detenemos al culpable cerramos el caso, aunque no sepamos absolutamente todos los detalles de todas las circunstancias. porque el objeto de una investigación es detener al culpable. Es una lástima que todo el daño, las esperanzas frustradas, las ilusiones manipuladas que generó Jordán Peña durante 40 años de engaño no hayan terminado también en un juzgado."

Enrique de Vicente también nos ofreció algunas pistas interesantes sobre la posible vinculación entre Ummo y el Cesid. Este conocido periodista, experto en temas fronterizos del conocimiento, asistió siendo muy joven a las tertulias de La Ballena Alegre. "La primera vez que fui no sé si habría cumplido los 15 años -trata de rememorar-. Yo vi a Fernando Sesma por televisión y me quedé alucinado con eso de los platillos volantes, que a mí me interesaban mucho desde que tenía 12 años. Entonces me acerqué por La Ballena Alegre. Aquello era una cosa como de locos".
- ¿Ve participación de Peña en el caso de San José de Valderas?
- "Cien por cien. Igual que en el caso Aluche, como nos confesó Vicente Ortuño a Javier Sierra, José Juan Montejo y a mí".
- ¿Cómo valora el tema Ummo actualmente?
- "Nunca le di credibilidad al tema Ummo. Para mí es un montaje que no tiene nada de extraterrestre, pero de ninguna manera es un montaje exclusivo de Jordán Peña, como se ha dicho".
- ¿Qué piensa de la conexión entre Ummo y los servicios de inteligencia? ¿Cree que Peña ha colaborado con ellos?
- "Peña tenía relaciones extrañas con toda esa gente. Pidió colaboración a Ramos Perera para tener una reunión con el Fiscal General del Estado y denunciarme a mí, como si yo fuese un punto importante en todas las mafias: drogas, sectas. ¡una paranoia total! Ramos pilló un gran rebote con lo que le propuso Jordán. Todo a raíz del artículo de Berché. Mi único delito es que se había publicado el artículo de Berché y que yo era uno de los editores de Cuadernos de Ufología. A raíz de todo aquel mogollón yo me empecé a mover. Un tipo importante de Cienciología, sabes que esta gente tiene un servicio de documentación excelente, me enseña un informe sacado del Parlamento, sobre temas de sectas, en el cual queda claro que Peña era el primer desprogramador de sectas utilizado por el ejército. Él tenía relaciones previas con esta gente y desde luego con propósitos nada sanos".
- Se habla del lado oscuro de Jordán Peña...
- "Él se inventó una secta para desenmascarar otras sectas, según reconoció. Tenía una vena patológica. Lo curioso es que le interesaban exactamente aquellos temas que les interesan a los servicios de inteligencia: hipnosis, control mental, parapsicología, ovnis. Andaba en alguna movida de ese tipo, no tengo la menor duda. Quería incluso pincharme una droga para hacer pruebas parapsicológicas, relacionadas con el desarrollo de las facultades psíquicas. ¡Terrible! Se conoce una parte suya, pero hay otra parte oscura de la que no voy a hablar".
- ¿Aprovechó entonces sus dotes como investigador de la parapsicología y sus conocimientos sobre control mental para persuadir o seducir a más de una persona?
- "Totalmente. Esa es la historia".

El otro Peña

En 1988, a la edad de 57 años, Jordán Peña sufrió una trombosis cerebral que le dejó hemipléjico. Aún arrastra una parálisis irreversible en la parte derecha de su cuerpo, lagunas en su memoria y serias dificultades para expresarse. Tenía mucho interés en conocerle. Y es que Jordán Peña ha sido una destacada figura de la parapsicología en España, llegando a liderar una comisión de estudio de las caras de Bélmez (concluyendo que eran fraudulentas). Colaboró habitualmente con Jiménez del Oso y fue uno de los fundadores de la Sociedad Española de Parapsicología, a pesar de que siempre mostró una postura bastante crítica hacia todo lo paranormal. "Sólo aceptaba la realidad de la percepción extrasensorial, aunque hoy la considero un mito más", precisa. En un debate doble que el programa Su Turno (TVE) dedicó en 1982 al Fenómeno OVNI, ocupó el bando de los escépticos. Esa era la cara conocida de Jordán Peña, la de hombre riguroso y de mentalidad científica. Su cara oculta, es la que se ha ido desvelando con el tiempo. Y es la de un personaje siniestro, embaucador, mentiroso, manipulador. Ummo es uno de sus frutos, pero no el único. Los presuntos "experimentos sociológicos" que llevó a cabo fueron más lejos de lo esperado. "El sadomasoquismo era una intriga de mi infancia", nos confiesa. "Mi primer libro favorito fue Psicología de las Masas y a los 11 años empiezo a interesarme por lo paranormal". No podemos referirnos aquí a sus sesiones sadomasoquistas, en las que intervinieron hasta seis mujeres según nos desveló -algunas, como Mercedes Carrasco y Trinidad P., las utilizó para mecanografiar cartas ummitas y remitirlas a los receptores-, ni sobre la secta hindú que fundó para probar ciertas técnicas de control mental e hipnosis. No es fácil condensar más de cuatro horas de entrevista que mantuvimos con él en el salón de su hogar, donde tocamos un sinfín de asuntos. Respecto a Ummo, fue tajante cuando nos dijo: "Yo fui el autor de Ummo. Lo que pasa es que he tenido muchos colaboradores".
- Y si es un experimento sociológico como usted dice, ¿dónde están los resultados?
- "Los resultados de Ummo son secretos. Yo tenía pensado publicar parte de los resultados del experimento, pero la trombosis me lo impidió".
- ¿Está arrepentido de lo que hizo?
- "No me arrepiento de haber mentido. En mis informes ponía muchas veces 'no nos crean'. Pero sí me arrepiento de haber revelado la verdad".
- ¿Nos puede nombrar algunos de sus colaboradores?
- "Un enlace mío era una funcionaria de la Embajada norteamericana que se llamaba Alicia Araujo. Ella sabía perfectamente lo que pasaba, aunque asistía a las tertulias. Otro colaborador mío fue Vicente Ortuño. También el periodista Antonio San Antonio. Y otro, un cuñado mío, arquitecto".
- ¿Sabía algo su familia más directa?
- "Ni mis hijos ni mi esposa Maite han sabido nada de Ummo. Era una cosa personal".
- ¿Por qué decidió confesar todo en 1993?
- "Porque me sentí culpable de lo que pasó en la secta Edelweiss con los niños. Los dirigentes de la secta aprovecharon mis informes ficticios de Ummo para grabar a fuego el símbolo de Ummo en los niños".
- ¿Cómo eligió a los destinatarios de las cartas e informes ummitas?
- "Elegí entre los destinatarios a algunos de los que asistían a La Ballena Alegre, que era un objetivo de mi experimento".
- A la vez que usted empieza todos estos experimentos también se habla en medios especializados de ciertos experimentos realizados por la CIA sobre el control mental, el programa MK-Ultra, etc. ¿Se inspiró en algo de esto?...
- "Así es. Tú lo has dicho".
Charlando de estas cuestiones relacionadas con los servicios de inteligencia, Peña recordó una anécdota ocurrida en la sede de Eridani, en Belén 15, donde años después estuvo ubicada la Sociedad Española de Parapsicología. "Recibimos en Eridani una llamada de un ummita. Me quedé asombrado. No pudo ser ninguno de mis colaboradores porque no habíamos preparado nada. El ummita nos dice que tenemos una emisora escondida en el local y nos advierte que tuviésemos cuidado porque era para captar nuestras conversaciones. Nos pusimos a registrar el local. Y se encontró detrás de un radiador. También nos avisaron de que había una furgoneta en la calle. Salimos y, efectivamente, había una furgoneta con una antena". En ese momento, Peña se levanta de su butaca, le ayudamos a apoyarse en un andador y se dirige lentamente a una habitación. Al regresar, nos muestra el pequeño transmisor encontrado en Eridani, compuesto de cables y elementos electrónicos.
- ¿Sospechó de los servicios de inteligencia?
- "No, aquello no podía ser de la CIA ni del SECED. Usaban dispositivos muy costosos. Tampoco creo que fue la KGB. La verdad es que no sé quién puso ese dispositivo".
- ¿Qué piensa al ver que aún hoy ciertas personas siguen creyendo en Ummo?
- "Cada uno es libre de creer lo que quiera. El experimento ya lo di por concluido y confesé que yo era el autor de Ummo", responde fríamente.
Jordán Peña trata de encubrir su patológica conducta argumentando que todo fue producto de unos "experimentos sociológicos". No podemos creerle. El mito Ummo y las sectas que inventó le sirvieron únicamente para dar riendas sueltas a su enfermiza morbosidad y a sus fantasías sexuales. Mercedes Carrasco cayó en la cuenta de que estaba siendo manipulada por una mente perversa, se sintió víctima de un individuo sin escrúpulos y decidió cortar por lo sano. A Trinidad P. le costó más poder zafarse de la dependencia emocional que mantenía hacia Peña, quien llevaba años empleando técnicas psicológicas para manipular a personas crédulas y fácilmente sugestionables. Mientras le entrevistamos, no pude evitar fijarme en los libros de su biblioteca, cuyos títulos eran suficientemente explícitos: "Análisis y modificación de la conducta", "Tratado de hipnosis", "Progresos en sofrología", "Técnica y práctica psicosomática", "Los moldeadores de hombres", "Terapia del comportamiento", etc. Y en ese instante recordé las certeras palabras del ufólogo Jacques Vallée en su obra El Colegio Invisible (1974): "Las creencias de la humanidad pueden ser manipuladas tanto por medios físicos como simbólicos. Ciertamente, ese es uno de los objetivos de Ummo, ya se trate de un juego alocado, de una prueba psicosociológica o de un plan siniestro".

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