|
 |
ALEX CHIONETTI Y
SU BúSQUEDA DE LA CUEVA DE LOS TAYOS 21/5/2007 10:42:11 AM |
Explorador y productor relata
sus experiencias en Ecuador |
|
Alex Chionetti, expedicionario y
arqueólogo por vocación, no luce como Indiana Jones, sin
embargo, sus experiencias en la búsqueda y la exploración de
las antiguas Cuevas de Tayos, en Ecuador, podrían competir con
las aventuras del intrépido Harryson Ford, actor principal de
la mencionada película. |
|
Chionetti hoy está ya de regreso a casa
después de una expedición realizada en marzo de este año,
junto con su equipo, se hallan visiblemente agotados de
recorrer literalmente millas y millas, huyendo en ocasiones
para salvar sus vidas, dejando atrás ropas, equipo, y cámara,
para poder escapar de sus perseguidores.
Chionetti, de
48 años de edad, fue a Ecuador para documentar las cuevas y la
civilización que vivió en ellas y para hallar pistas respecto
a una biblioteca de antiguas escrituras que se creía que
estaban en dichas cuevas.
Chionetti, que ha
participado en el canal documental de cable Sci-Fi en
programas sobre la Atlántida, y quien ha escrito artículos
sobre otras expediciones al Ecuador, ha recolectado
información sobre las cuevas ecuatorianas. Continúa con el
trabajo hecho por el explorador escocés Stanley Hall, que guió
la gran expedición a las cuevas en 1976 junto al astronauta
Neil Armstrong y por Juan Moricz, un argentino-húngaro que
exploró las cuevas en 1969. |
|
“La búsqueda de las cuevas es parte de mi
vida”, dijo Chionetti, quien creció en Argentina y se mudó a
Red Bank en 2001, y se gana la vida como escritor
independiente y productor.
“Las cavernas son el Monte
Everest de la arqueología. Como su visita está prohibida por
las tribus, casi me cuesta la vida”. - dijo
Las cuevas
tienen evidencia de una civilización antigua que una vez vivió
allí. Hay escrituras en sus paredes de edades desconocidas, y
Chionetti tomó fotografías de pasadizos y arcos construidos en
su interior.
“Calculamos que tiene 12.000 años. Las
piedras (en arcos y pasadizos) están en perfectas
condiciones”, dijo.
Las cuevas también contienen
formaciones en oro, y son el hogar de los Tayos, una especie
de pájaros del tamaño de un halcón. El ave es reverenciada por
las tribus nativas y vuela guiado por sonar, como un
murciélago, señaló.
Debido a las perforaciones por
petróleo y por las minas de la región, los Shuars (una tribu
conocida anteriormente como los Jíbaros), no confían en los
americanos o canadienses, y restringen el paso hacia las
cuevas, dijo. Los Shuars han sido conocidos históricamente por
ser reducidores de cabezas.
“La palabra que asocio con
Alex es tenacidad”, dijo Hall en una entrevista telefónica
desde Escocia. “Él tomó la determinación de obtener fotos. Me
saco el sombrero ante él”.
Chionetti durante los
últimos dos años entrevistó a Hall sobre su expedición para
artículos en revistas y comenzó a guardar información para su
propia expedición.
También entrevistó al espeleólogo
Julio Goyen Aguado antes de su muerte en 1999, quien exploró
las cuevas con Moricz, y decidió montar una expedición en su
memoria, indicó Chionetti. Su fascinación con las cavernas y
las civilizaciones antiguas lo llevaron de entrevistador a
explorador. Hall le advirtió sobre los escollos. |
|
“Le hablé hace tiempo sobre las muchas
dificultades que enfrentaría, y él ha comprobado que estaba en
lo cierto, acerca de la gente peligrosa y difícil con la que
tendría que tratar”, dijo Hall.
Hall señaló que estaba
preocupado porque no había oído de Chionetti desde que recibió
una carta durante la expedición de marzo.
“Se metió en
problemas, me escribió y me dijo que lo estaban persiguiendo
para que saliera del área. Es algo más que una visa de turista
y un simple viaje”. Manifiesta Hall.
La primera
expedición de Chionetti, en Noviembre, fracasó en encontrar la
entrada principal a las cavernas. La más reciente, en Marzo,
fue realizada con la ayuda y el entrenamiento del GIR (Grupo
de Rescate e Intervención de la Policía Nacional de Quito)
integrada por Ivan Jacome, Cleber Rodríguez,y Jorge Caicedo,
nos informa Chionetti, quien financió sus expediciones y su
coproducción con el apoyo de la principal televisora
ecuatoriana, Ecuavisa.
Las cuevas, que se cree son un
poco más de dos millas en longitud, están localizadas en el
área del río Coangos, y su expedición le forzó a cruzar ése y
otros dos ríos, el Namangosa y el Santiago. Tuvo que negociar
con varias facciones políticas que controlan los territorios
por los que tuvieron que pasar y con los Shuars, que controlan
el área en la boca de las cuevas.
Para acceder a
ellas, la expedición de seis personas tuvo que preparar un
trípode, la única forma para bajar a las cuevas, cuyo
principal nivel se encuentra a unos cien metros de
profundidad.
“Descender al seno de la madre Tierra es
la experiencia más fantástica”, - declara Chionetti, - "Dos
guías indios fueron ubicados para proteger las cuerdas de
escalamiento de un posible ataque de otros
Shuars." |
|
“El temor era que pudieran
cortar las sogas, si cortan las sogas, estás terminado. Se
supone que hay dos entradas, una que da al río, pero nadie la
ha encontrado todavía”.
Chionetti tomó cientos de
fotos y películas para un documental que esta produciendo.
Quería estar más tiempo, pero los miembros ecuatorianos de su
equipo se enteraron que los Shuars tuvieron un altercado con
uno de los guías y sus vidas corrían peligro.
La
expedición tuvo que irse rápidamente para tomar distancia de
los Shuars, y negociaron con autoridades locales para poder
continuar, intercambiando linternas y un generador.
Finalmente lograron llegar al río, y la expedición se
ocultó en la casa de una india shuara, de fe cristiana,
durante la noche.
“La señora nos dijo: “gente muy mala
los está buscando y quieren matarlos quédense aquí y los
cruzaremos al día siguiente”.
"Nadie durmió esa noche,
todos estuvieron de guardia. Rezé”, - dijo Chionetti.
Salieron a las 5 a.m. y cruzaron el río en una canasta
que era tirada desde el otro lado por sogas. En la orilla
encontraron los restos de un campamento Shuar,
“Si
hubiéramos caminado más rápido y llegábamos tres horas antes,
seríamos historia”, contó el explorador.
Luego de
cortar la soga, escucharon disparos y una lluvia de lanzas
cortas, tipo dardos, cayó sobre ellos. Comenzaron una carrera
maratónica por sus vidas hasta que llegaron de regreso al
pueblo, donde un vehículo de transporte supuestamente
esperaba. Sin embargo, como llegaron tarde se había ido y
tomaron el autobús, viajando unas tres horas por seguridad,
indicó.
“Perdí uno de los rollos que había grabado en
las cuevas”, dijo Chionetti.
Actualmente se encuentra
realizando la edición y pos-producción del documental, pero
espera negociar con una emisora para que le ayude con el
trabajo. Está trabajando para financiar el proyecto.
Pese a que corrió por su vida, Chionetti espera
regresar a las cuevas.
“Me han salido un gran número
de canas en mi cabeza en los últimos seis meses, pero valió la
pena. Tengo otra pista de la real ubicación de la biblioteca
perdida. Voy a volver”. - Aseguró |
|
Fuentes: |
|
Agradecimientos a Alex CHionetti
por proporcionarnos los enlaces a las noticias En Ingles:
http://www.app.com/apps/pbcs.dll/article?AID=2007704210334
En Castellano:
http://www.njcomunidad.com/apps/pbcs.dll/article?AID=/20070511/
NOTICIAS02/70510022/1003 |
|
SALIRVisitas=144 - 2007-05-01 ->
84visita(s) - 2007-06-01 -> 62visita(s)
| |