Frank Wilczek pide unos conocimientos mínimos de electrostática para poco a poco, y sin apenas dejarse nada en el tintero, explicar por qué pesa la materia, de dónde surge este fenómeno y cómo afecta a las fuerzas de la naturaleza. Pero no se queda ahí, todo ese camino de investigación se enlaza con una búsqueda de la belleza en las ecuaciones o relaciones que en el último paso lleva a una unificación de todas las fuerzas, gravitatoria, electromagnética, débil y fuerte. Nos cuenta que un pequeño cambio en la teoría provoca un desequilibrio equivalente a cambiar una nota en una composición de Mozart, que así pierde parte de su belleza. Y en la física, la belleza es sinónimo de sencillez y simetrías. Wilczek nos describe cómo estas simetrías son clave para esa teoría de unificación, y lo hace sin tener que escribir ninguna ecuación, lo cual puede parecer una ventaja para la lectura. Sin embargo, mientras la música se recrea en las periodicidades fácilmente reconocidas por el oído, muchas de las simetrías de la física son difíciles de explicar para un oído primerizo, por lo que el lector deberá flexibilizar ligeramente sus horizontes. La cromodinámica cuántica y las simetrías gauge global y local son actores principales de la naturaleza pero abstractos para quien nunca haya oído hablar de ellos, por lo que encontrarlos explicados con ejemplos es bastante agradecido. Como una consecuencia del hilo conductor, el lector podrá adentrarse en el concepto de la supersimetría y en la materia oscura así como en la más oscura energía oscura, todos ellos temas de gran actualidad. Los lectores ávidos de más información podrán obtenerla de las notas y referencias que da este premio Nobel, además de recapitular conceptos en un glosario bastante extenso. Explicar tanto en tan pocas páginas deja una sensación de rapidez y compresión que requiere una lectura cuidadosa, porque aunque no veamos ecuaciones también es cierto que el gran éxito del avance científico estriba en la condensación de conceptos en ecuaciones sencillas pero profundas, sencillas de escribir pero profundas en su significado. La física se reescribe en ecuaciones que esconden mucho más de lo que a veces se puede mostrar. Wilczek nos ha interpretado la música de estas ecuaciones. Gabriel Amorós. Instituto de Física Corpuscular (CSIC – UV). |
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