El
creador del motor de agua que murió
envenenado
Stanley
Meyers desarrolló y fabricó el primer motor impulsado únicamente por agua.
Consiguió hacer funcionar un vehículo, participó en una carrera de 1800
millas y trabajó para la NASA. Murió en extrañas
circunstancias a los 57 años.
Seguramente
casi ninguno de vosotros conocéis a Stanley
Meyers, ni siquiera os sonará el nombre, pero el caso es que este
hombre fue el responsable de uno de los inventos más importantes que podrían
haber transformado radicalmente el concepto
de la automoción.
Meyers fue
un científico nortemericano que desarrolló,
fabricó y patentó la primera fuente de energía real alternativa al
petróleo y para ello solo utilizó agua, sin más, del grifo.
Concretamente un motor capaz de hacer
circular un vehículo con simple H2O como fuente de
energía.
Su teoría
consistía en romper la molécula del agua a base de impulsos positivos de
kilovatios, a frecuencias de entre 10 y 15 kiloherzios. Tras esto la mezcla
se inyectaba en el motor que volvía a
producir agua. Ni siquiera era necesario recargar el motor con más
líquido, puesto que el componente que salía
del tubo de escape volvía a reciclarse en agua de forma autónoma, y
solo eran necesarios 7,4 microlitos de agua por cada explosión para generar 50
caballos de potencia.
Los
científicos que estudiaron el invento se sorprendieron ya que lo que bautizaron
como la célula de Meyer permanecía
en frío incluso después de horas de producción de gas, funcionando con pocos miliamperios, en
lugar de amperios, como la electrólisis
convencional.
Un vehículo
equipado con este sistema llegó a participar en una carrera en Australia con un recorrido de 1800 millas y su
rendimiento fue más que satisfactorio. Además, en caso de colisión,
el motor no explotaría puesto que no transporta
hidrógeno.
Stanley
Meyers llegó a trabajar para la NASA y fue nombrado inventor del año en 1993.
Sin embargo, falleció envenenado y en
misteriosas circunstancias a los 57 años, un día antes de firmar un
multimillonario contrato con el Ministerio de Defensa de EE.UU.
Algunos amantes de la teoría de la conspiración señalaron a la industria del
petróleo como sus asesinos, e incluso su hermano declaró que meses después
el vehículo tipo buggy y el equipo
experimental de Meyers fueron
robados.