«A la espera de Dios» es expresión de la actitud atenta y vigilante,
pero también del carácter siempre inacabado de una búsqueda exigente de
verdad como la obra y la vida de Simone Weil.
Las cartas y
ensayos recogidas en este volumen y publicados póstumamente en 1949,
fueron escritos entre enero y junio de 1942 y recogen muchas de las
claves que marcan la obra de Weil: radicalidad desconcertante, probidad y
coherencia intelectuales, amor y profundo conocimiento de los clásicos
griegos, identificación con los vencidos, vocación «católica» de
simpatía con todos los hombres, experiencia mística...