Idioma:

Download

VolverComentar

Enlace

Insertar

Versión 1.0Enero 2007ISBN: 84-339-6250-7

Notas deautorBiobliografía

Anatomía del miedo

Un tratado sobre la valentíaJosé Antonio Marina

Índice

CapítuloPrimero:Cartografíadelosmiedos......................................................3

Losmetólogos...........................................................................................................................4

Capítulodos.Eldeseodeintimidar ...................................................................5

Capítulotercero:Elpolosubjetivo,elcaráctermiedoso.....................................8

Elmiedoinconsciente. ..............................................................................................................9

Capítulocuarto.Elpoloobjetivo:elpeligro.......................................................11

Capítuloquinto.Laangustiaylosmiedospatológicos .....................................12

Capítulosexto.Otrosmiedospatológicos.........................................................13

Capítuloséptimo.Lasfobiassociales..............................................................14

Capítulooctavo.Aparecelavalentíaycapítulonoveno:Elogioynostalgiadelafortaleza............................................................................................................15

Anatomía del Miedo. Un tratado sobre la valentíaJosé Antonio Marina

Biobibliografía de Anatomía del miedo | 3/22

Capítulo Primero: Cartografía de los miedos.

El tema del miedo debió de interesarme muy pronto, porque recuerdo aun untrabajo sobre Hamlet que presenté cuando estudiaba Bachillerato. La tesis era queHamlet era el drama del miedo y de la valentía poco heroica. Tal vez me impresionó lafrase del príncipe: “La conciencia nos hace a todos cobardes”. Hamlet se sienteabrumado por tener que ser él quien tenga que vengar a su padre. Lo cierto es quedurante muchos años he ido leyendo y anotando cosas sobre este asunto. En algúnlado leí una frase de Heideegger que decía: “No podemos ni siquiera imaginar comosería el mundo visto con los ojos de un valiente”. La idea de que no hay especie másmiedosa que la humana la tomo de Eibl-Eibesfedlt. Desde hace muchos años intentohacer una cartografía de los sentimientos, y en este capítulo aprovecho el modelo queutilicé en

El laberinto sentimental

(Anagrama, 1996) y

Diccionario de los sentimientos

(Anagrama, 1999). Antes y ahora me han sido de mucha utilidad dos estupendostratados, en los que colabora parte importante de los investigadores punteros. El máscompleto es el editado por Robert Plutchick y Henry Kellerman:

Emotion. Theory,Research, and Experience

(Academic Press, California, 1980-1990, 5 vols.)

, pero tambiénes interesante el

Handbook of Emotions

(The Guilford Press, Nueva York, 1993)

, dirigidopor Michael Lewis y Jeannette M. Haviland. Hay algunas compilaciones de artículosimportantes, aunque con frecuencia repetitivos. Entre ellos selecciono: P. Ekman y R.J.Davidson:

The Nature of Emotion

(Oxford University Press, Nueva York, 1994)

, K.R.Scherer y P. Ekman:

Approaches to Emotion

(Lawrence Erlbaum Associates, Hillsdale, NewJersey, 1984)

, V. Hamilton, G.H. Bower y No.H. Frijda:

Cognitive Perspectives on Emotion and Motivation

(Kluwer Academic Publishers,Dordrecht, 1988)

y C.E. Izard, J.Kagan, R.B. Zajonc:

Emotions, Cognition and Behavior

(Cambridge University Press,Nueva York, 1984)

.Prefiero los libros sistemáticos, escritos por un solo autor. Recomiendo al lectorlos cuatro siguientes:1.

Nico H. Frijda:

The Emotions,

(Cambridge University Press, 1986)

. De estecatedrático de Amsterdam me interesan sobre todo la importancia que da a los

concerns

en la génesis de las emociones, a las que define como

action readiness changes in response to events relevant to the individual’s concerns

(p. 371).2.

A. Ortony, G.L. Clore y A. Collins

The Cognitive Structure of Emotions

(Cambridge University Press, Nueva York, 1988)

; pretende demostrar que es posibleuna explicación de los antecedentes cognitivos de la emoción. Consideran losautores que “la mejor forma de estudiar las emociones es como un conjunto degrupos independientes basados en la naturaleza de sus orígenes cognitivos” (p.13).3.

Keith Oatley:

Best Laid Schemes

(Cambridge University Press, Cambridge, 1992)

; esun tratado que da más importancia que los otros a la exposición literaria de lasemociones. El concepto de “meta” es fundamental en su teoría. “Cada metatiene un mecanismo que evalúa los sucesos importantes para ella. Cuando hayun cambio importante de las probabilidades de alcanzar la meta, el mecanismode vigilancia distribuye a todo el sistema cognitivo una señal que puede ponerleen situación de responder a ese cambio. Los seres humanos experimentan esasseñales, y la disposición activa que inducen, como emociones” (p. 50). Esteautor ya ha publicado dos trabajos muy interesantes en colaboración con P.N.Johnson-Laird, en

Cognition and Emotions

(1, 1987; 4, 1990).

Anatomía del Miedo. Un tratado sobre la valentíaJosé Antonio Marina

Biobibliografía de Anatomía del miedo | 4/22

Keith Oatley: recientemente ha escrito con Jenifer M. Jenkins

Understanding Emotions

(Blackwell Publishers, Oxford, 1996)

, que es una espléndida exposiciónordenada y completa de estos temas.Desde el punto de vista filosófico los análisis de Aristóteles, Tomás de Aquino,Descartes y Spinoza continúan siendo actuales y espléndidos. Me han sido de granutilidad, además, el libro de Remo Bodei:

Una geometría de las pasiones,

(Muchnik Editores, Barcelona, 1995)

, y el de Martha C. Nussbaum:

The Therapy of de Desire,

(Pinceton University Press, New Jersey, 1994)

.Por último, he estudiado con atención la bibliografía sobre sociología de lasemociones. Un resumen del estado de la cuestión puede verse en el libro de JonathanH. Turneer, y Jan E. Stets:

The sociologoy of Emotions,

(Cambridge University Press,Nueva York, 2005)

. Los mismos autores –Stets y Turner,- han editado un estupendo

Handbook of the Sociology of

emotions

(Springer, Nueva York, 2006)

. La sociología actualhabla mucho de la sociedad del riesgo. Vivimos una epidemia de alarmismo, como haexplicado Enrique Gil Calvo, en

El miedo es el mensaje. Riesgo, incertidumbre y medios de comunicación,

(Alianza Editorial, Madrid, 2003)

. Como es sabido, la expresión sociedaddel riesgo la puso de moda el sociólogo alemán Ulrichs Beck.



Los metólogos.

Con esta palabra de mi invención me refiero a unos cuantos autoresespecialistas en miedos, de los que me siento deudor. En primer lugar, Silvan Tomkins,que dedicó al miedo uno de los tres volúmenes de su gran obra

Affect Imagery Consciousness

(Springer, Nueva York, 1988)

. Otro autor indispensable es Isaak M. Marks:

Miedos, Fobias y Rituales,

(Martínez Roca, Barcelona, 1991)

. Jeffrey Gray es autor de

La psicologia del miedo y el stress

(Labor, Barcelona, 1993)

, que se ha convertido en unclásico. Christophe André, que dirige una Unidad especializada en estos temas en elHospital Saint-Anne en París, es un divulgador de gran talento, que ha escrito

Psychologie de la peur

. C

raintes, angoisses et phobies,

(Odile Jacob, París, 2005)

y encolaboración con Patrick Légeron:

La Peur des autres. Trac, timidité et phobie sociale,

(Odile Jacob, París, 2000)

. David H.Barlow, profesor de la Universidad de Boston, es otrode los autores de referencia, en particular con su obra

Anxiety and its disorders: The natura and tratment of anxiety and panic,

(Guildofor, Nueva York, 1988)

. Para terminaresta relación, mencionaré a Michelle G. Craske, alguno de cuyos libros citaré mástarde, pero del que quiero reseñar aquí:

Origins of Phobias and Anxiety Disorders: Why more women than men?

(Elsevier, Oxford, 2003)



Anatomía del Miedo. Un tratado sobre la valentíaJosé Antonio Marina

Biobibliografía de Anatomía del miedo | 5/22

Capítulo dos. El deseo de intimidar



La utilización política y religiosa del miedo tiene una historia bien documentada.Las obras de Maquiavelo son de una clarividencia implacable que nos sirve paraexplicar terribles acontecimientos contemporáneos. El uso de la crueldad no esintrínsecamente malo, según él. Puede decirse que en ciertas circunstancias lacrueldad es una virtud o bien que responde a un comportamiento virtuoso. Aníbal eratemido y respetado por su ejército y la “causa no era otra que su inhumana crueldad,la cual, junto con sus otras muchas cualidades”, lo mantuvieron siempre en aquellacondición, mientras sin ella (la crueldad) “no hubieran bastado sus otras cualidadespara conseguir aquel resultado”. Maquiavelo pretende hacer una ciencia del terrorpolítico. “Bien usadas se pueden considerar aquellas crueldades que se hacen de unasola vez y de golpe, por la necesidad de asegurarse”. La violencia debe hacerse de ungolpe. De la ferocidad de la violencia de Cesar Borgia para con su ministro Ramiro deOrto se dice que dejó a los pueblos “satisfechos y estupefactos”. A Escipión se lerebelaron sus ejércitos por su “excesiva clemencia”. El temor al castigo “acobarda”. La “extremada crueldad de Septimio Severo dejaba a los pueblos atónicos yestupefactos”. A lo largo de toda su verdad Maquiavelo elabora una “economía de laviolencia”. Lo que critica no es la violencia en sí, sino el posible uso inútil. En unperspicaz texto nos aclara uno de los mecanismos del miedo: “Los hombres desean notemer, comienzan a hacer temer a los otros y aquella injuria que quieren ahuyentar desí la dirigen contra el otro, como si fuera necesario ofender o ser ofendido”. Este textopertenece al discurso sobre la primera década de Tito Livio, mientras que los otrospertenecen a “El Príncipe”. Acaba de aparecer un gran libro sobre

La República de Maquiavelo

(Tecnos,Madrid, 2005)

, escrito por Rafael del Águila y Sandra Chaparro.Los problemas planteados por Maquiavelo aparecen vivos en el libro

Poder y Debilidad

, de Robert Kagan. Se da una versión dura del poder, entendiendo quecualquier tipo de tolerancia –como la que practica Europa- se debe únicamente a ladebilidad. El fuerte amenaza o golpea. Resulta patético leer en este libro publicado enel 2003 la crítica que hace al estilo europeo de tratar a Sadam Hussein: “Considerabanoportuno incentivar a Irak para que se comportara mejor, en lugar de amenazarlo enel más puro estilo estadounidense, mediante la coacción económica o militar”.La Revolución Francesa utilizó sistemáticamente el terror como arma política.Fue una aplicación sistemática, lúcida: “Para poder ser justos mañana tenemos que serinjustos hoy”, fue la máxima jacobina. Recomiendo el libro de Patrice Gueniffey

La politique de la terreur. Essai sur la violence révolutionnaire 1789-1794,

y el de Anne deMathan

Mémoires de Terreur : l’an II à Bordeaux

(Presses Universitaries de Bordeaux,2002)

. El sistema soviético desde el principio consideró el terror como unaindispensable táctica revolucionaria: “La dureza proletaria, en todas sus formas,comenzando por las ejecuciones capitales, constituye un método para crear al hombrecomunista”, declaraba el incorruptible Dzerjinsky, y uno de sus adjuntos añadía:”Aplicar implacablemente el Terror rojo en todas las familias, detener a todas laspersonas mayores de 18 años y, si la rebelión continúa, fusilarlos en condición derehenes”.Puede verse el libro de Jacques Baynac

La Terreur sous Lénine,

(Livre dePoche, París, 1975)

.En 1789, Francia sufrió el “Gran Miedo”, un fenómeno social fascinante paralos historiadores, y que estudió magistralmente Georges Lefebvre en

La Grande Peur,

Anatomía del Miedo. Un tratado sobre la valentíaJosé Antonio Marina

Biobibliografía de Anatomía del miedo | 6/22

(Armand Colin, París, 1923)

.La historia de los miedos sociales es muy sugestiva. G. Ferrero intentó explicartoda la historia, toda la civilización como el producto de una larga lucha contra elmiedo. Lucien Febvre escribió en su artículo

Por l’histoire d’un sentiment: le besoin de sècuritè

, en

Annales,

(E.S.C. 1956)

, p.244: no se trata de reconstruir la historia a partirde la sola necesidad de seguridad - como Ferrero estaba tentado a hacerlo a partir delsentimiento del miedo (en el fondo, además, ¿no terminan ambos sentimientos, uno deorden positivo, otro de orden negativo por unirse?).... Se trata, esencialmente, deponer en su sitio, digamos de restituir su parte legítima a un complejo de sentimientosque, teniendo en cuenta latitudes y épocas, ha jugado en la historia de las sociedadeshumanas cercanas y familiares en nosotros un papel capital”.Jean Delumeau se quejaba, en su magistral obra

El miedo en Occidente

(Taurus,Madrid, 1989)

: “Del silencio prolongado sobre el papel del miedo en la historia, olvidóque él intentó remediarlo con su obra, en la que estudia los siglos XIV y XVII. Dedica,como es lógico, una gran atención a los miedos religiosos. La gran represión de labrujería tiene en el miedo su explicación. En el reciente libro de Corey Robin

Fear. The history of a Political Idea

(Oxford University Press, Nueva York, 2004)

se estudia la historiade la idea (primera parte) y “el miedo, estilo americano” (segunda parte).Las relaciones entre miedo y religión las he estudiado en

Dictamen sobre Dios,

(Anagrama, 2001)

. Zucker y Craske han estudiado la relación entre religiosidad ytrastornos obsesivos con alta prevalencia de pensamientos intrusivos. Sobre esteasunto pueden verse los siguientes estudios: Sica, C; Novara, C. y Sanavio, E.

Religiousness and obsesive-compuylsive cognitions and symptoms in an Italian population. Behaviour Research and Thereapy, 40,

p.813-823, 1998. Asimismo el deZucker, B.G., Craske, M.G. Barrios, V. y Holguin, M. Thought action fusion: can it becorrected?

Behaviour Research and Theerapy, 40

p. 652, 664. 2002, y Shafran, R.,Thordarson, D.S. y Rachman, S. Thought-action fusion in obsesive compulsivedisorder.

Journal of Anxiety Disorders, 10,

p. 379-391, 1996.En los últimos años han aparecido muchas obras sobre las “emocionespolíticas” o sobre el papel que las emociones juegan en la política y en lasmovilizaciones populares. He hecho un par de ensayos de esta “Historia emocional dela Humanidad” en dos conferencias inéditas aún, una sobre la transición española (queno recuerdo dónde pronuncié) y otra sobre Tiberio, que pronuncié en una de lasSemanas Marañón. . Adam Smith, un filósofo que escribió una gran

Teoría de los sentimientos morales

y también libros de historia, cita elogiosamente a Tácito, con elque está de acuerdo, porque pensaba que por debajo de todos los acontecimientoshistóricos latía alguna pasión humana. También se podría haber citado comoantecesor a Herodoto que escribe:” La historia es una sucesión de venganzas". Esta esla misma idea que tiene Marañón. Escribe:

La historia no la mueve la fatalidad de los astros, ni los dioses desaparecidos, sino el eterno juego subterráneo de las pasiones.Cada gran suceso ha nacido de una hora de pasión. Fue, ciertamente, Tácito el precursor de esta visión de la historia. Su musa -decía él mismo- prefería detenerse en "esos hechos que parecerán a muchos pequeños e indignos de la historia, que en las grandes guerras en los asaltos a las ciudades, en los reyes vencidos y cautivos". "De los hechos indiferentes a primera vista es de donde se extraen las grandes lecciones".

Gracián elogia a Tácito precisamente por eso, porque "no paraba en la certeza de lossucesos sino que trasciende a los mas reservados retretes y a los más ocultos senos dela intención". Marañón en su biografía de Tiberio elabora, muy brevemente, una teoría

Anatomía del Miedo. Un tratado sobre la valentíaJosé Antonio Marina

Biobibliografía de Anatomía del miedo | 8/22

Capítulotercero:Elpolosubjetivo,elcaráctermiedoso



Sobre la neurología del miedo las investigaciones de Joseph LeDouxcontinuan siendo imprescindibles. Su obra

El cerebro emocional

(Ariel, Barcelona 1999)

continúa siendo texto de referencia. Confieso mi entusiasmo por toda la obra de Antonio Damasio:

El error de Descartes, En busca de Spinoza

(Crítica, Barcelona, 2003)

The Feeling of What Happens,

(Harcourt Brace & Company, Nueva York, 1999)

, presentauna completa teoría de la función y el mecanismo de las emociones. Su estudio de losmarcadores somáticos me parece de gran interés. Para estudiar los trastornos de lossistemas cerebrales de recompensa y castigo, que tanta importancia tienen en laexperiencia del miedo, me ha sido de gran utilidad el libro de Heather Ashton:

Brain Function and Psychotropic Drugs

(Oxford University Press, Nueva York, 1992)

.El reciente libro

Emotion Explained

de Edmund T Rolls

(Oxford University Press,Nueva York, 2005)

presenta una revisión completa de la neurología de las emociones apartir de los dos sistemas básicos: recompensa y castigo. “Defino la emoción como unestado desencadenado por castigos y premios, es decir, por reforzadoresinstrumentales” (p. 11). Puede verse la exposición de las ideas de MacLean en su obra

The triune concept of the brain and behavior,

(University of Toronto Press, Toronto,1973)

.Ronald C. Simons presenta un novedoso estudio sobre el susto en su obra

Boo! Culture, Experience, and the Startle Reflex,

(Oxford University Press, Nueva York,1996)

.La existencia de una personalidad vulnerable ha ido tomando cuerpo en lapsicología moderna. La obra de Jerome Kagan,

Galen’s Prophecy

(Basic Books, Nueva York, 1994)

, las teorías de la personalidad de Eysenck (el neuroticismo), lasinvestigaciones de Davidson (el predominio del lóbulo frontal derecho), los los estudiosde C.R.Cloninger en

Personality and Psychopathology,

(American Psychopathological Association Series, Washington, 1999)

van dibujando esta configuración. Gray propuso laansiedad y la impulsividad como las dos grandes dimensiones de la personalidadtemperamental. Michelle G Craske habla de “afectividad negativa” en su libro

Origins of Phobias and Anxiety Disorders,

(Elsevier, Oxford, 2003)

: Puede verse también el libro de Alain Braconnier,

Petit ou grand anxieux?

(Odile Jacob, París, 2004)

.El interés por el temperamento vulnerable y por la afectividad negativa se haprolongado en una copiosa bibliografía sobre invulnerabilidad y resiliencia.

The Invulnerable Child,

Editado por E. James Anthony y Bertram J. Cohler

(The GuilfordPress, 1987)

, resume las características principales: Las personas reaccionan de distintomodo ante situaciones similares, mostrándose más o menos vulnerables. Lasdiferencias se deben a los mecanismos perceptivos (cómo se percibe la realidad, enconcreto el riesgo o el peligro), la dotación genética (temperamento) y la situaciónpsicosocial. La vulnerabilidad de una persona puede ser mayor si se encuentran unaserie de factores de riesgo en su entorno durante la infancia, como pueden ser laenfermedad de los padres (física o mental), que estos sean adictos a alguna droga, lapobreza o la marginación, los malos tratos, etc. Sin embargo, se ha comprobado queniños que crecían con alguno de estos factores de riesgo en su entorno, se mostrabanresistentes (se les denomina en la investigación “niños invulnerables”) a grandesdificultades. Estos niños se caracterizaban por:

•

Tener un temperamento sociable, eran niños de trato “fácil”.

•

Tener un vínculo afectivo fuerte con la madre y buena comunicación.

Anatomía del Miedo. Un tratado sobre la valentíaJosé Antonio Marina

Biobibliografía de Anatomía del miedo | 9/22

•

Disponer de un adulto que hace las funciones de tutor.

•

Tener buenas capacidades intelectuales y buenos resultados escolares.Dentro de un mismo continuo de vulnerabilidad-invulnerabilidad puedendistinguirse cuatro grupos de individuos:1.

Hipervulnerables

: sucumben ante las dificultades normales y esperablesde la vida.2.

Pseudoinvulnerables

: individuos vulnerables o extremadamentevulnerables que viven en un entorno sobreprotector y que se mantienen sindificultades hasta que el entorno falla y entonces ellos también fallan.3.

Invulnerables con resistencia adquirida

, quienes están expuestos auna serie de dificultades, pero se recuperan y con cada recuperación sehacen más resistentes.4.

No-vulnerables

, quienes parecen fuertes desde el nacimiento y quecontinúan así dentro de cualquier entorno normal y esperable.La diferencia entre afrontar los problemas y construir defensas psíquicas antelos mismos es clave en el concepto de resistencia. Los mecanismos de afrontamientoson flexibles, tienen un propósito, son elegidos por las personas y están orientadoshacia la realidad. Son más conscientes y se ajustan a las necesidades del individuo,permiten satisfacer ordenadamente los impulsos. La autonomía del yo depende del usode mecanismos de afrontamiento en lugar de mecanismos de defensa. Algunas referencias bibliográficas importantes

Resilience and vulnerability. Adaptation in the Context of Childhood Adversities.

Editado por Suniya S.Luthar

(Cambridge University Press, Cambridge, 2003)

Human resilience. A fifty year quest

., Ann Clarke y Alan Clarke,

(Jessice Kingsley Publishers, London, 2003)

Handbook of resilience in children,

Editado por Sam Goldstein y Robert B. Brooks

(Springer,2006)

;

Vulnerable but invincible. A study of resilient children.

Emma E. Werner,Ruth S. Smith (McGraw Hill, 1982);

Overcoming the odds. High risk children from birth to adulthood,

Emmy E. Werner y Ruth S. Smith

(Cornell University Press, Ithaca 1992)

El miedo inconsciente.

Desde mis primeros libros manejo la noción de “yo ocurrente” para designar elmecanismo productor de ocurrencias conscientes. Cuando los productos de estemecanismo neuronal llegan a la conciencia, el cerebro ya ha hecho su trabajo. Comodecía Minski, uno de los padres de la inteligencia artificial, “

la conciencia siempre va un poco retrasada respecto a los acontecimientos neuronales que la provocan

”. Según losestudios de Libet, ese retraso es, aproximadamente, de 100 milisegundos.LeDoux y Damasio se han esforzado en probar que el sistema inconscientecausa los sentimientos (como el miedo) antes de que sepamos que estamos en peligro.Jacoby habían proporcionado pruebas de que los procesos conscientes e inconscientesson independientes, El sistema del miedo, por ejemplo, puede acceder a la conciencia,pero opera independientemente de ella, haciendo del miedo un prototipo del sistemaemocional inconsciente (Jacoby, L.I., Yonellinas,, A.P., Jennings, J.M.. “The Relationbetween Consciousness und Unconscious (Automaativ) Influences: A declaration of Independence”, en Cohen, J.D. y Schooner, J.W. (ed.)

Scientific Approaches to Conciousness,

Erlbaum, Hillsdale, 1997, 13-48). Öhman ha demostrado que larespuesta de miedo no requiere de la conciencia. Reclutó a un grupo de estudiantes

Anatomía del Miedo. Un tratado sobre la valentíaJosé Antonio Marina

Biobibliografía de Anatomía del miedo | 11/22

Capítulocuarto.Elpoloobjetivo:elpeligroCapítulocuarto.Elpoloobjetivo:elpeligroCapítulocuarto.Elpoloobjetivo:elpeligroCapítulocuarto.Elpoloobjetivo:elpeligro



Un agudo repaso a miedos no patológicos puede verse en el libro de Christophe Andrè,

Psychologie de la peur

(Odile Jacob, París, 2005)

y en el de Michel Girodo,

Cómo vencer la timidez,

(Grijalbo, Barcelona, 1996)

. El estudio de la vergüenza es fundamentalpara el propósito de este libro. Desde distintos puntos de vista, me han sido muy útileslos siguientes libros: Gershen Kaufman:

Psicología de la vergüenza

(Editorial Herder,Barcelona, 1994)

y el libro de Martha C. Nussbaum,

Hiding from Humanity. Disgust,Shame, and Law,

Princeton University Press, New Jersey, 2004). Para el estudio de lavergüenza Sartre y Camús me he basado en la obra de Vincent de Gaulejac,

Les soources de la Honte

(Desclèe de Brouwer, París, 1996)

. Respecto de la diferentesensibilidad en las disputas matrimoniales me he basado en Robert Levenson et al., “The Influence of Age and Gender on Affect, Physiology, and Their Interrelations: AStudy of Long-term Marriages”, en

Journal of Personality and Social Ppsychology,

67(1994), y en las obras de John Mordechi Gottman:

What Predicts Divorce?

(LawrenceErlbaum Associates, Inc. Nueva Jersey, 1994)

, y

Meta-Emotion. How Families Communicate Emotionally,

(Lawrence Erlbaum, Nueva Jersy, 1997)

.Mi relación con Gottman es ambivalente, porque por una parte sus estudios meparecen serios y los utilizo mucho, pero a veces demuestra excesiva seguridad en sucapacidad para predecir los fracasos sentimentales.Sobre el tema de la asertividad abundan los estudios. He manejado, entre otrosel libro de Larry Michelson y otros,

Las habilidades sociales en la infancia,

(MartínezRoca, Barcelona, 1987)

, Castanyer, O.:

La asertividad: expresión de una sana autoestima

(Desclée De Brouwer, Bilbao, 1996)

Anatomía del Miedo. Un tratado sobre la valentíaJosé Antonio Marina

Biobibliografía de Anatomía del miedo | 12/22

Capítuloquinto.LaangustiaylosmiedospatológicosCapítuloquinto.LaangustiaylosmiedospatológicosCapítuloquinto.LaangustiaylosmiedospatológicosCapítuloquinto.Laangustiaylosmiedospatológicos



En el campo de la filosofía emergen dos grandes libros sobre angustia:

El concepto de angustia,

de Sören Kierkegaard y

Ser y Tiempo

de Heidegger.Los textos de Castilla del Pino los tomo de su

Introducción a la psiquiatría

(Alianza, Madrid, 1979)

. Desde mi juventud me sentí muy atraído por la psiquiatríafrancesa, por influjo del genial Pierre Janet, por eso estudié con mucho detenimiento laobra de Henry Ey. Su

Tratado de Psiquiatría

(Masson, Barcelona, 1996)

sigueinteresándome mucho. Recuerdo que leí por primera vez la palabra “anancástico” (obsesión) en un obra de Juan José López Ibor titulada

Las neurosis como enfermedades del ánimo

. En ellas sostenía que la situación básica de toda neurosis esla angustia, y hablaba mucho de un tema que entonces estaba de moda por influenciade la filosofía existencialista y de la obra de Max Scheler: la angustia vital. Estosignifica: (1) que la angustia primaria pertenece al estrato de los sentimientos vitales,(2) la angustia vital es un estado del Yo corporalmente encarnado, (3) los estados deánimo –es decir los modos de estar- patológicos se hayan más somatotropizados quelos estados de ánimo normales. Existen fronteras fruidas entre ellos: angustia, tedio,fatiga, vértigo, etc.No soy psiquiatra, y solo expongo la impresión que me han causado algunoslibros, sin pretensión alguna de autoridad. Me ha gustado mucho la

Guía de Tratamientos Eficaces

(Pirámide, Madrid, 2003)

coordinada entre otros, por MarinoPérez Álvarez cuya anterior obra

Tratamientos psicológicos

(Universitas , Madrid, 1996)

he elogiado en varias ocasiones. Me parecen muy prácticos los textos publicados en lacolección Treatments That Work, editada por Oxford University Press, y dirigidos porDavid H.Barlow. He manejado

Managing Social Anxieety,

de Debra A. Hope , RichardG. Heiumbeerg y Cynthia L. Turk, y

Mastery of Your Anxiety and Worresi,

de RichardE. Zinbarg, Michelle G. Craske y David H. Barlow. Y

Mastering Your Fears and Phobias,

de Martin M. A., Michelle G. Craske y David H. Barlow.También he manejado asiduamente tres manuales dirigidos por Vicente E.Caballo, editados todos por Siglo XXI: Manual de evaluación y entrenamiento de lashabilidades sociales, Manual de psicopatología y trastornos psiquiátricos, Manual detécnicas de terapia y modificación de conducta. Y me parece un resumen breve y útil elde Pedro Moreno: Superar la ansiedad y el miedo, Desclée de Broeuwer, Bilbao, 2002.Me preocupa mucho el miedo de los niños. Hay varias introduccionesrecomendables entre ellas: Echeburúa, E.:

Trastornos de ansiedad en la infancia,

(Pirámide, Madrid, 2002)

, Mendez, F.X.

El niño miedoso,

(Pirámide, Madrid, 2003)

.Pelechano, V.: Miedos infantiles y terapia familiar-natural,

(Alfaplus, Valencia, 1981)

ySandin, B.: Ansiedad, miedo y fobias en niños y adolescentes,

(Dykinson, Madrid, 1997)

.Soy un lector asiduo de libros de autoayuda, a pesar de que con frecuencia notienen mucha solvencia científica, porque me interesa –y también me divierte- lalectura de casos prácticos. En este momento recuerdo los siguientes libros: GiorgioNardone,

Más allá del miedo,

(Paidós, Barcelona, 2003)

, Albert Ellis,

Cómo controlar la ansiedad antes de que le controle a usted.

(Paidós, Barcelona, 2000)

y Burns, D.D.,

Adiós ansiedad. Cómo superar la timidez, los miedos, las fobias y las situaciones de pánico,

(Paidós, Barcelona, 2006)

.Como es lógico, para la definición de los miedos patológicos he usado el

Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales,

DSM-IV,

(Mason, Barcelona, 1996)