PREFACIOEste libro es un intento por tender un puente —tenue y frágil,ciertamente— entre una fantasía y un mito. No es una obra científica. Pudiéramos llamarla filosófica, si existiese una filosofía de lono acontecido. Tampoco es una obra documental, pues no se puedendocumentar los sueños de los niños entregados a sus juegos, ni losgritos de las mujeres quemadas vivas. Pero muchas vidas han cambiado (de una manera secreta, de una manera que a veces pasabainadvertida), y, ciertamente, muchos inocentes murieron en la hoguera a causa de esa fantasía. Este libro constituye un tributo paratodos aquellos que tuvieron la osadía de ser fieles a un sueño.Todo el mundo está de acuerdo en que nuestra época sobrepasa a todas las que la precedieron por lo que se refiere a acumulación de conocimientos técnicos, dominio físico sobre el medio ambiente y poderío económico. No obstante, suele aludirse menos alhecho de que nuestra época ha originado y continua originando unmaterial mítico que casi no tiene paralelo, en cantidad y calidad,en los más ricos archivos de la imaginación humana. Para ser másprecisos, me refiero al hecho de que los habitantes del planeta,durante los últimos veinte años, han observado con frecuencia maravillosos objetos aéreos, designados por los nombres de platillosvolantes, objetos no identificados, OVNIS, etc., y han dado cuentade sus observaciones; que entre estos relatos, abundan las descripciones de aterrizajes efectuados por estos aparatos, y que algunosde dichos relatos nos informan acerca de las características físicas,el comportamiento psicológico y los supuestos motivos de sus ocupantes. Estas cuestiones, pues, constituyen el tema de
Pasaporte a
Magonia.
Durante estos últimos veinte años citados, se ha especuladomucho sobre la naturaleza de los OVNIS, especulaciones que han