OVNI

En esta sección van a encontrar mucha información sobre este controversial tema... además poseo algunos informes y datos muy difíciles de obtener. También hay algunas fotos. Cabe destacar que lo que publico en esta sección, deben utilizarlo a conciencia y sacar sus propias conclusiones. Espero que encuentren LA VERDAD...

MATERIALES: Son aquellos que tienen un aspecto metálico. Los OVNIs "antiguos" eran como pulidos, pero los de ahora son oscuros y más opacos.

ENERGÉTICOS O PLASMÁTICOS: Son de energía pura, parecen estar constituidos por plasma. Son de diferentes colores: amarillos, azules, rojos, verdes.

CIRCULARES: Son aquellos que tienen un aspecto como de "plato" y por lo general no giran sobre su eje vertical, pero hay algunos que sí lo hacen.

TRIANGULARES: Éstos aparentemente son los de la nueva generación y se caracterizan por viajar a grandes velocidades.

CON MUCHA FLECHA: Son aquellos OVNIs que parecen boomerangs y generalmente son grandes. No tienen mucha velocidad, comparados con los anteriores.

Si hablamos de tamaños, son muy variados. Tenemos desde los pequeños Foo Fighters (son OVNIs energéticos, supuestamente no tripulados, que se mueven a altas velocidades y se utilizan, parece ser, para observación) hasta las enormes Naves Nodrizas, que no tienen una forma específica, pueden ser Circulares, Triangulares o Con Mucha Flecha.

"Cualquier país que averiguase cómo operaban los discos y pudiera copiar su maniobrabilidad, poseería una defensa de misiles y unos sistemas de adelantos inestimables con respecto de los hasta entonces desarrollados, o incluso dominar el planeta Tierra" (Extraído del libro "EL INCIDENTE", de Charles Berlitz y Roger Moore).

El Proyecto Aurora se basa en la tecnología ET para la obtención de nuevos tipos de propulsión de aeronaves. El desarrollo de estas tecnologías desembocó, por ejemplo, en la MHD (Magneto Hidro Dinámica), ionización del aire circundante a la aeronave, motores de nueva generación que producen una especie de pulsación en vez de un chorro continuo de gases de escape, etc. Como datos hasta ahora sabemos que en Suiza, durante la década del ´70, se detectó en un radar de una torre de control de una base militar un bólido aéreo que surcaba los aires de Rusia a una velocidad de MACH 12 (unos 14.784 Km/h, aproximadamente). Nadie supo qué nave era, hasta que llegó un reporte a esa base militar de que era un nuevo tipo de aeronave. En Estados Unidos también hay reportes de este tipo de aeronaves, por ejemplo, se puede citar la vez que en el desierto de Nevada un grupo de "Cazadores de Aeronaves" (un grupo de entusiastas de la aviación que busca los aviones secretos de su país) filmó una aeronave que desprendía a otras más pequeñas y éstas tenían formas triangulares (característico del Proyecto Aurora). Hay testigos que afirman haber visto estas naves "Negras" (por su coloración de camuflaje nocturno) reabasteciéndose con aviones cisterna en vuelo y al terminar la transmisión de combustible, éstas se iban alejando de los aviones cisterna a altas velocidades. También, hay otros testigos que afirman haber estado viajando por el desierto de Nevada y haber escuchado un estruendo muy fuerte y sentir las pulsaciones de los motores en sus cuerpos. Hablando de reportes, no nos podemos olvidar de cuando el SR-71 Blackbird (avión de reconocimiento de alta cota) hacía sus primeros vuelos y al superar MACH 3.2, todos los testigos pensaban que era un OVNI, al igual que con el F-117 Nighthawk (avión de bombardeo estratégico y con tecnología STEALTH) y el B-2 Spirit (avión bombardero con tecnología STEALTH). Brevemente se puede decir que la MHD es la aceleración del flujo de aire (previamente ionizado, parece ser gracias a rayos catódicos) circundante a la aeronave mediante fuertes campos magnéticos, esto incrementaría la velocidad del bólido en un más del 50%.

Ahora bien, si hablamos de altas velocidades, no podemos dejar de lado el viaje a otras dimensiones y tiempos, pero eso es otro tema... En cuanto al tema que desarrollamos aquí, es importante destacar algo que ya sabemos todos los interesados en el tema, es que, sin duda alguna, tanto Rusia como Estados Unidos, tienen contacto con seres ET, realizan experimentaciones y estudios a lo OVNI estrellados y recuperados en nuestro planeta, pero claro, todo esto es CONFIDENCIAL...

A continuación me atrevo a dar algunos ejemplos de lugares probables para la retención, estudio y ensayos de estos OVNI: Area 51, Dulce, Base Militar de Edwards, S-4, Edificio 18 (CIA), Base militar de Wright-Patterson y demás bases y centros de estudio (todos estos lugares pertenecen a USA). Obviamente en Rusia también deben haber este tipo de lugares especializados.

En septiembre de 1976, el doctor Herbert Hopkins, médico e hipnotizador de 58 años de edad, trabajaba como consultor en un caso de teleportación en Maine (Estados Unidos). Una noche en que su esposa e hijos habían salido dejándole solo, sonó el teléfono y un hombre que se identificó a sí mismo como vicepresidente de la Organización de Investigaciones OVNI de Nueva Jersey solicitó entrevistarse con él para discutir el caso. El doctor Hopkins aceptó, pues en aquel momento le pareció lo más natural. Se dirigió a la puerta trasera a encender la luz para que el visitante pudiera encontrar el camino desde el parking, y vio al hombre que ya estaba subiendo los escalones de la entrada. No vi ningún coche, pero aun que lo hubiera tenido era imposible que llegara a mi casa con tanta rapidez desde ningún teléfono, comentó más tarde asombrado.

Pero en aquel momento el doctor Hopkins no experimentó sorpresa alguna, y acogió al visitante. El hombre vestía traje negro, sombrero, zapatos y corbata negros, y camisa blanca. Pensé que su aspecto era de un empleado de una funeraria. Sus ropas eran impecables: el traje, sin arrugas, y la raya de los pantalones, perfecta. Al quitarse el sombrero vi que era completamente calvo, y que carecía de cejas y de pestañas. Su palidez era cadavérica, y sus labios eran de un rojo brillante. En el transcurso de la conversación se frotó los labios con los guantes, de ante gris, y el doctor se sorprendió al comprobar que los llevaba pintados.

¿Visitante de otra dimensión?

Sin embargo, fue más tarde cuando el doctor Hopkins reflexionó sobre lo extraño del aspecto y de la conducta de su visitante. En aquel momento siguió la conversación con toda naturalidad, considerando que el episodio formaba parte de su actividad profesional. Cuando concluyó el relato, su visitante afirmó que el doctor tenía dos monedas en el bolsillo relacionadas con el caso. Le pidió al doctor que pusiera una de las monedas en su mano y él lo hizo asi. El extraño dijo al doctor que mirara la moneda, no a él; mientras miraba la moneda pareció desenfocarse y luego se desvaneció gradualmente. Ni usted ni nadie más en este planeta volverá a ver esta moneda otra vez, dijo el visitante.

Después de hablar un rato más de los tópicos acerca de los OVNIS, el doctor Hopkins advirtió que el visitante hablaba más despacio. El hombre se levantó tambaleándose y dijo muy despacio: Mi energía se esta agotando, debo irme ahora, adiós. Se encaminó vacilante hacia la puerta y bajó los peldaños con inseguridad, de uno en uno. El doctor Hopkins vio una luz brillante en la carretera, una luz blanco-azulada y de brillo distinto a la de los faros de un coche. En aquel momento, sin embargo, supuso que se trataba del coche del extraño, aunque ni lo vio ni lo oyó. Más tarde, cuando regresó la familia del doctor Hopkins, examinaron la carretera, en contrando señales que no podían pertenecer a un coche, pues estaban en el centro de la calzada. Al día siguiente, y aunque la carretera no se había utilizado, las marcas ya no estaban. El doctor Hopkins quedó sumamente alarmado por la visita, sobre todo desde que empezó a plantearse lo extraordinario de la conducta de su visitante. De ahí que siguiera al pie de la letra las instrucciones de aquel hombre; borró las cintas de las sesiones hipnóticas que estaba realizando en relación al caso que le ocupaba, y aceptó abandonar el mismo. Tanto en casa del doctor Hopkins como en la de su hijo mayor, siguieron ocurriendo incidentes curiosos. Hopkins supuso que tenían alguna relación con la extraña visita, pero nunca supo nada más de su visitante. En cuanto a la Organización de Investigaciones OVNI de Nueva Jersey, tal institución no existía.

La narración del doctor Hopkins es probablemente la más detallada de la visita de un HDN (hombre de negro), y nos enfrenta con el aspecto más fantástico del problema. En primer lugar, debemos preguntarnos si un doctor respetado y competente inventaría una historia tan extraña; y si así fuera: ¿por qué motivo? Por otra parte, ¿podría haber sido todo una ilusión, a pesar de las huellas que observaron otros miembros de su familia? ¿Es posible que la verdad se encuentre entre la realidad y la imaginación? Es decir: ¿podría tratarse de un impostor que visitó al doctor por alguna oscura razón, y que actuó para desencadenar en él, con alguna finalidad, la invención de sucesos misteriosos?

Consecuencias sorprendentes.

La menos convincente de todas las explicaciones es la de que todo el incidente se desarrollara en la imaginación del doctor. Cuando su esposa e hijos regresaron a casa le encontraron realmente asustado, con las luces de la casa encendidas y sentado en una mesa en la que había una pistola. Confirmaron las marcas en la carretera y una serie de alteraciones en el teléfono que, parece ser, comenzaron inmediatamente después de la visita. Por lo tanto parece que si sucedió algún acontecimiento real, aun que su naturaleza permanece misteriosamente incierta.

La existencia de hechos extraños fue acepta da por las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, que estaban al corriente de que personas que se hacían pasar por miembros de la USAF visitaban a testigos de OVNIS. En febrero de 1967, el coronel George P. Freeman, portavoz del Pentágono para el proyecto Blue Book de la USAF, declaró al investigador John Keel en el transcurso de una entrevista:

Hombres misteriosos con uniforme de las Fuerzas Aéreas, o luciendo credenciales de agencias gubernamentales, han venido silenciando a testigos de OVNIS. Hemos comprobado gran cantidad de estos casos, y ninguno de estos hombres está vinculado a las Fuerzas Aéreas. Hasta ahora no hemos sido capaces de descubrir nada acerca de esos hombres. Al hacerse pasar por oficiales de las Fuerzas Aéreas o por agentes del gobierno están cometiendo un delito federal. Estamos seguros de atrapar alguno. Por desgracia, el rastro está ya demasiado frío cuando nos enteramos de alguno de estos casos, pero seguimos intentándolo. Una pregunta sigue en el aire: los impostores referidos por el coronel Freeman y por el doctor Hopkins, ¿pertenecen a la misma categoría de extraños visitantes? Las observaciones de OVNIS, al igual que los crímenes pasionales, atraen a gran cantidad de personas mentalmente inestables que son perfectamente capaces de hacerse pasar por agentes autorizados con tal detener acceso a los testimonios. Es probable que algunos de los supuestos HDN sean tan sólo pseudo-investigadores de esta clase.

Una curiosa circunstancia repetida en los informes acerca de los HDN es la incoherencia de su conducta: si están representando a seres humanos, río lo hacen demasiado bien. Despiertan la sospecha de sus victimas mucho más por su ignorancia que por sus conocimientos. Desde luego pudiera ser que los que calificamos de impostores sólo sean aquellos cuyo trabajo no ha resultado convincente; quizá haya muchos casos de HDN que nunca conoceremos, simplemente porque los visitantes han persuadido a sus víctimas de que no hay nada sospechoso en sus visitas, o de que más les valdrá guardar silencio.

Los HDN suelen advertir al testigo que no diga nada acerca de la visita, y que cese toda actividad relacionada con ella: este detalle constituye una característica casi definitoria de estos extraños seres. Además, hay que tener en cuenta que conocemos todos los casos registrados de HDN sólo porque esas instrucciones han sido desobedecidas, y eso significa que se deben de haber dado muchísimos casos más. Y, sin embargo, jamás, que se sepa, se ha producido ninguno de los castigos terribles con que son amenazados los testigos. En 1976, Carmen Cuneo, una testigo canadiense, fue avisada por un misterioso visitante para que dejara de contar su experiencia y abandonara el caso, o de lo contrario sería visitada por otros tres HDN. Le dije: ¿y esto qué significa? Bien, respondió él, podría causarle molestias.., quizá algunas heridas. Un año antes, Carlos de los Santos, testigo mexicano, fue detenido cuando se dirigía a una entrevista en televisión, no por una, sino por dos limusinas negras, y uno de los ocupantes, vestido de negro y de aspecto escandinavo, le dijo: Cuidado, chico; si aprecias tu vida y la de tu familia, no vuelvas a hablar de tu visión.

Sin embargo, no existe evidencia alguna de que estas amenazas se hayan materializado alguna vez, aunque muchos testigos han desoído las advertencias. En realidad, por muy siniestros que puedan parecer los HDN, se caracterizan por su no violencia; lo peor que puede decirse de ellos es que atosigan a los testigos con sus visitas y llamadas inoportunas, o simplemente que les molestan con su presencia.

Amenazas de violencia.

Mientras que para la víctima el que no se cumplan las amenazas es lo mejor que puede suceder, éste resulta para el investigador uno de los aspectos más desconcertantes del problema. La violencia, si se concretara en acciones físicas, ayudaría cuanto menos a definir el fenómeno. Además, la mayoría de las evidencias son, en el fondo, simples rumores, y con frecuencia no de gran calidad; casos tan bien descritos como los del señor Richardson o el doctor Hopkins son por desgracia la minoría. Hay una gran falta de precisión en demasiados de los informes. El escritor norteamericano Brad Steiger asegura que cientos de ufológos, contactos y testigos casuales de OVNIS declaran haber sido visitados por los HDN, generalmente en número de tres, generalmente vestidos de negro, pero sólo cita algunos hechos puramente anecdóticos. Asimismo, John Keel, experto en fenómenos inexplicables, sostiene haber visto en muchas ocasiones los Cadillacs negros con pasajeros siniestros de aspecto oriental y vestidos de negro, pero tratándose de un reportero experto muestra un curioso recelo a ocuparse de esas visiones o a brindarnos un artículo versado sobre un tema tan importante. Aseveraciones como éstas no constituyen evidencias válidas: sólo sirven para alimentar la imaginación.

Y volvamos al mito de los HDN y a la posibilidad de que el fenómeno sea sólo eso: un mito. ¿Es posible que se trate de una ilusión?, ¿que todo sea una creación de la imaginación popular, cuyas obsesiones personales toman esta forma porque, de una u otra manera, los OVNIS constituyen una de las preocupaciones culturales más importantes de nuestro tiempo? Por otro lado está la versión de Woodrow Derenberg, que insiste en que los dos hombres vestidos de negro que trataron de silenciarlo eran emisarios de la Mafia. Por otro, David Tansley sugiere que se trata de entidades psiquicas representativas de las fuerzas ocultas que tratarían de evitar la expansión del verdadero conocimiento. Dominick Lucchesi, uno de los amigos de Albert Bender, sostiene que provienen de alguna civilización desconocida, posiblemente enterrada en un área remota de la Tierra (el Amazonas, el desierto de Gobi o el Himalaya).

Pero existe un hecho común a casi todos los informes sobre los HDN, hecho que toda teoría debe considerar y que puede encerrar la clave del problema. Se trata de que los HDN poseen información a la que no han podido tener acceso, información privada, no tratada en la prensa, quizá conocida únicamente por algunos investigadores y oficiales pero no por el público. A veces, la única persona que posee esa información resulta ser la que es visitada. En otras palabras, los HDN y sus víctimas comparten conocimientos que quizá no posea nadie más. Además, casi siempre estos HDN aparecen cuando el testigo está solo. En el caso del doctor Hopkins, por ejemplo, el visitante tuvo mucho cuidado en llamar cuando la esposa y los hijos estaban fuera, y comprobó este extremo antes de presentarse. La conclusión debe ser que entre los HDN y sus testigos se establece una comunicación distinta, algún lazo paranormal.

¿Verdad o paranoia?

A todo esto hay que añadir otra serie de rasgos del fenómeno que no concuerdan con la realidad cotidiana. Por ejemplo, esos pomposos coches negros: ¿dónde están cuando no visitan a los testigos? ¿Dónde están guardados? ¿Nunca se les ve en colisiones o accidentes? ¿Es posible que se materialicen desde otro nivel existencial cuando son necesarios?

Estas son sólo algunas de las muchas preguntas que suscita el fenómeno de los HDN. Lo malo es que estos casos se producen en un espectro que va desde lo más creíble a lo más increíble. En un extremo están las visitas en las que no ocurre nada anormal, salvo la falsa identidad del visitante o el conocimiento de información privada. Pero en el otro extremo se dan casos en los que la única explicación posible sería que el testigo hubiera sucumbido a la paranoia. En su obra The truth about the men in black (La verdad sobre los hombres de negro) la investigadora Ramona Clark habla de un investigador anónimo que fue asaltado por tres hombres de negro el 3 de julio de 1969: Sobre la ventanilla del coche en que viajaban se hallaba el símbolo que asociaban a sus visitas. A aquel hombre este símbolo le causó un impacto psicológico profundo. Jamás había visto en ningún ser humano un miedo como el de aquel hombre. A este primer encuentro siguió un hostigamiento continuo. Se produjeron llamadas misteriosas, la casa estaba vigilada. El hombre empezó a oir voces y a ver formas extrañas. Cadillacs negros le seguían a todas partes. En una ocasión su familia y él estuvieron a punto de sufrir un accidente por culpa de un Cadillac que se les echó encima. Empezó a tener pesadillas en las que aparecían los HDN. No podía descansar, su trabajo se resintió y temía perder su empleo.

¿Estaba todo en su mente? Resulta tentador pensar que sí. Pero un amigo suyo confirmó que mientras hablaban, en la acera de enfrente un hombre de aspecto extraño paseaba arriba y abajo. Era un hombre alto, de unos cincuenta y cinco años, y vestía completamente de negro.

E1 13 de agosto de 1943, el crucero Eldridge de la marina de los Estados Unidos, zarpó del puerto de Filadelfia para ser sometido a un experimento secreto con fines armamentistas y como resultado lo teletransportó a un punto situado a unos 650 kilómetros del lugar, para luego retornarlo al punto de partida. El experimento se hallaba basado en la teoría de Einstein de los campos unificados, la misma describe cómo lograr que un campo gravitatorio y un campo electromagnético ejercieran atracción entre sí como dos imanes para formar un único campo. La Marina de los EE.UU. pensó que esto lo haría invisible a los radares enemigos e inmune a las minas magnéticas y a los torpedos de los submarinos alemanes.

El crucero Elbridge llevaba a bordo cuando zarpó, varias toneladas de aparatos electrónicos con cientos de bobinas y lámparas. El barco había sido puesto en desuso el 25 de julio de 1943 y medía 95 metros de eslora y un desplazamiento de 1240 toneladas y 1520 a plena carga. Ese 13 de agosto emprendió viaje acompañado por un pequeño crucero, el Furuzeth, a bordo de esta embarcación iba un reducido número de científicos y tripulación, entre los cuales se encontraba el marinero de primera Carlos M. Allende, acusado tiempo después de mentiroso, fabulador y conspirador (¿algo más?) por haber publicado los hechos que acontecieron ese día.

Allende contó que a los pocos minutos de haber zarpado, «alguien», dio la orden de prender los generadores del barco, una vez encendidos comenzó a fluir con gran fuerza un gran campo de energía perfectamente visible que giraba en torno de la nave en sentido opuesto de las agujas del reloj.

El barco fue cubierto totalmente por una bruma verdosa y desapareció, muchos marineros que estaban en el muelle se desmayaron o comenzaron a sangrar por la nariz y por los oídos a causa de un inaguantable zumbido que aumentaba de volumen y terminó en una explosión. Transcurridos unos minutos, a causa de la confusión, se dio la orden de cancelar todo y apagar los generadores y poco a poco, el barco apareció de la misma manera que había desaparecido. Uno de los pocos testigos vivos dijo: «cuando el barco se hizo invisible, los hombres que estaban en cubierta comenzaron a sentirse muy mal, tenían terribles convulsiones y corrían aterrados. Frente a mí, varios marineros desaparecieron y nunca más supe de ellos... nunca voy a olvidar ese campo eléctrico que se formó esa mañana, ya que parte también cayó en nuestro barco. Era como una lámina de electricidad pura, tan potente que casi me hace perder el equilibrio, de milagro no quedé electrocutado, quizás porque tenía botas de goma como todos los tripulantes. Este evento fue muy negativo para muchos de nosotros ya que casi toda la tripulación perdió la razón, enfermaron o fueron encerrados en manicomios».

La Marina por temor a las consecuencias de un experimento que se salió de control y mató a mucha gente, lo negó rotundamente. Ese empeño de negar el hecho le costó a la Marina la cantidad de 2 millones de dólares en publicaciones y mensajes, muchos testigos que insistieron en contar lo ocurrido fueron «silenciados» o muertos de forma extraña. Por otra parte la bitácora del Elbridge se perdió misteriosamente y la lista de la tripulación que viajó ese día fue destruida por error.

La gran pregunta es, si la Marina de los Estados Unidos consiguió ese día el mayor logro de la tecnología militar, volverse invisible frente al enemigo... ¿por qué lo calló?.

Fotografía tomada el 17 de Septiembre de 1985 a las 12:00 hs. con una lente de 800 mm más un duplicador de distancia focal. El OVNI se encontraba en la vertical de Junín (Bs. As.), aproximadamente a 200 km de Villa Adelina (San Isidro) de donde fue tomada, y se hallaba a una altura aproximada que oscilaba de 26000 a 30000 m. (La fuente de esta foto es un amigo mío, que la obtuvo confidencialmente...).

En 1908, Rusia se encontraba sumida en una fiebre revolucionaria que amenazaba con barrer el país. Una mañana de Junio, una enorme zona despoblada fue totalmente devastada. Aún hoy, no se sabe con exactitud qué fue lo que provocó esto. Lo cierto es que si esto hubiera ocurrido en una zona densamente poblada, se hubiera producido la mayor catástrofe en la historia de la humanidad.

Era poco después de las 7 de la mañana del 30 de Junio de 1908, y para Serguei Semenov, era un día como cualquier otro. Pero de repente, a las 7:17 hs. de la mañana, su tranquilidad fue bruscamente interrumpida por un fuerte estruendo; una enorme explosión inundo el horizonte con una luz enceguecedora.

Días después, el campesino pudo relatar que en ese momento surgió de repente un gran destello, aumentó mucho el calor, tanto que tuvo que quitarse la camisa porque sentía que le quemaba la espalda. Después vio que una gigantesca bola de fuego cubría gran parte del cielo. Luego todo el cielo se oscureció. Fue entonces cuando la tremenda fuerza de la onda expansiva arrojó al campesino lejos del lugar donde estaba, el golpe que recibió por el impacto le hizo perder el conocimiento. Cuando se recuperó, pudo oír un ruido atronador que se extendió por la región; el ruido hizo temblar toda la casa en la que Serguei se encontraba y casi la arranca de sus cimientos.

Serguei Semenov tuvo suerte, si hubiera estado un poco más cerca del centro del holocausto, no hubiera vivido para narrar su extraña y aterradora historia. Por otra parte, si no fuera por el hecho de que el desastre ocurrió en el remoto valle del río Tunguska, la devastación habría sido aun más horrosa. Devastó un área del tamaño de Leningrado, muchas manadas de animales resultaron incineradas, todos los árboles en un área de más de 64 kilómetros fueron arrancados desde sus raíces y lanzados hasta varios kilómetros de distancia, las tribus nómadas que habitaban esa zona (hasta a 70 kilómetros del lugar de la explosión) fueron arrojados a la tierra por la onda expansiva, mientras sus tiendas eran destruidas por un viento abrasador.

En definitiva, aquel territorio que se encontraba en total tranquilidad se transformó súbitamente en una zona de destrucción absoluta.

¿Cuál fue la causa de esta devastación? ¿Es posible que algo semejante vuelva a ocurrir? Hubo que esperar veintidós años para que alguien se acercara a las respuestas.

En 1930, el profesor L. A. Kulik, de la Academia de Ciencias Soviética, permaneció casi doce meses en el área de la explosión, acompañado por un pequeño equipo de investigadores. El profesor descubrió un área marcada por cráteres, revisó casi 3200 kilómetros cuadrados de tierras donde abundaban los árboles arrancados por la explosión, y lo más importante, encontró testigos oculares de la explosión.

Los testigos afirmaron que vieron a una bola de fuego que cruzaba el cielo a gran velocidad. Las personas que en el momento de la explosión se encontraban a más de 80 kilómetros del centro del desastre contaron que habían sentido violentas vibraciones del suelo, que fueron seguidas por un objeto que trazaba una ancha franja de luz a través del cielo. A unos 400 kilómetros de distancia del lugar en donde se produjo la explosión, en la ciudad de Kirensk, la gente vio una columna de fuego a la que siguió un enorme estrépito. Y hasta a 960 kilómetros de distancia, en la región de Turukhansk, un campesino dijo que había oído tres o cuatro explosiones sordas, como disparos de artillería.

Muchos de estos testimonios pueden haber estado describiendo, en realidad, una explosión nuclear. Son muchos los siberianos que aseguran haber visto una bola de fuego, seguida de una estruendoso explosión y una columna de humo en forma de hongo, de varios kilómetros de altura. ¿Pero como pudo producirse una explosión atómica casi 40 años antes de que se registrara la destrucción de Hiroshima y Nagasaki?

Hubo varias teorías acerca de lo que pudo haber causado la explosión en Siberia, algunas del tipo técnico y con un sentido estrictamente científico, otras del tipo imaginativo y que los científicos proponen para dilucidar el caso. Entre ellas se puede mencionar "la teoría del cometa". Según los astrónomos, los cometas son gigantescas esferas de gases congelados y rocalla espacial (sustancias minerales sólidas). Una de ellas podría haber penetrado en la atmósfera terrestre, generando una ola de calor intenso, en medio de la cual habría estallado. Esta hipótesis es apoyada por muchos expertos. Pero es rechazada por otros, afirmando que no se sabe de nadie que haya visto un meteorito en esa zona y en esa fecha. Algunos científicos creen que la antimateria pudo tener que ver con la explosión. Afirman que una masa de antimateria (un elemento similar al que compone la Tierra, pero estructurado por partículas positivas o positrones en lugar de partículas negativas o electrones) pudo penetrar la atmósfera terrestre. En el momento en que la antimateria entró en contacto con los átomos de una materia ordinaria, se habría producido la gigantesca explosión. Otros hombres de ciencia creen que la causa de la explosión de Siberia pudo ser un agujero negro. Se piensa que los agujeros negros son estrellas que han sufrido un proceso de derrumbamiento hacia dentro, en una especie de condensación que reduce extraordinariamente sus tamaños. Esta teoría afirma que uno de ellos pudo haber chocado contra la Tierra, en Siberia.

Algunos científicos han sugerido que la explosión de Siberia pudo tener un origen nuclear. Estos hombres de ciencia proponen una asombrosa teoría según la cual una nave extraterrestre tuvo un accidente al entrar en la atmósfera de la Tierra. Dichos científicos argumentaron que la nave utilizaba algún tipo de sustancia nuclear como combustible, y que por algún motivo se sobrecalentó hasta el punto crítico y desencadenó una explosión equivalente a la de una bomba de 30 megatones.

El periodista italiano John Baxter y el científico norteamericano Thomas Atkins, que completaron el trabajo de investigación de los científicos rusos, apoyan la teoría de la explosión provocada por una nave espacial extraterrestre. Estos «personajes» afirmaron que después de una explosión nuclear, el campo magnético de la Tierra sufre perturbaciones, y es lo que ocurrió tras la explosión en Siberia. Además, las bombas atómicas generan un inconfundible esquema: un hongo de humo que aparece en segundos, de un tamaño y altura colosales; ese esquema apareció luego de la explosión en Siberia.

Aparte agregaron que las explosiones nucleares causan consecuencias imposibles de imitar por otro tipo de explosiones, como mutaciones en las plantas, las cuales no eran muy conocidas hasta 1945 (año en que se arrojaron las bombas en Japón). El desastre en Siberia provocó mutaciones parecidas en la vida vegetal. Además, las explosiones nucleares dejan diminutos glóbulos verdes, de polvo fundido, llamados "trinites" (trinitas o trinitos). Estos glóbulos fueron encontrados en la región siberiana donde se produjo la explosión. Además, según los expertos rusos, los trinites de Siberia contenían partículas de un metal que no se encuentran normalmente en la zona de Tunguska. Por ultimo, tanto Baxter como Atkins subrayan, en los testimonios de los testigos de la explosión, la parte donde afirman que, luego del estallido, vieron un objeto azulado y cilíndrico surcando el cielo a gran velocidad, con un sonido estruendoso, que dejaba tras si una estela de vapor.

Aunque en un principio fue descartada, la teoría de que un meteorito gigantesco cayó sobre Siberia se transformó en una de las más difundidas. Bien podría llamarse "la teoría Armagedon" (bueno, es un chiste, no se enojen). La cantidad de meteoritos que pasan la atmósfera terrestre es de 200 millones por día, pero casi todos se desintegran antes de llegar a la superficie del planeta. En tiempos precámbricos, un meteorito caído en Arizona, EE. UU., produjo un cráter de 1200 metros de ancho. Al comienzo de la investigación, los científicos concluyeron que, como no se encontró un cráter semejante, la explosión no pudo ser causada por un meteorito. Pero recientemente, se ha descubierto que un meteorito no muy común compuesto de roca en lugar de metal, pudo estallar poco antes de chocar contra la superficie. Esto explicaría porque, a pesar de que causo enormes daños, no produjo un cráter.

Mucho se ha hablado del tema, pero al día de hoy, la causa de la explosión que devastó Siberia no tiene explicación. Luego del momento de la explosión, pasaron más de 15 años para que el gobierno ruso enviara a un grupo de investigación para que devele dicho misterio. El por qué de semejante espera, también es un misterio. Años después, sólo unos pocos grupos de investigación fueron designados a descubrir la causa de la explosión. Viendo todo desde una perspectiva objetiva, se pueden ver dos misterios, uno es la causa por la cual una explosión de origen desconocido arrasó gran parte del territorio siberiano, y el otro es porque las autoridades no investigaron lo suficiente. ¿Será porque encontraron algo que no querían que se diese a conocer, o que la realidad era tan indecible que nadie se atrevió a contar lo que realmente pasó? El hecho de que ocurriera en un área prácticamente deshabitado constituye un golpe de suerte. Si hubiese ocurrido en una gran ciudad, el resultado habría sido el mayor desastre registrado en la historia de la humanidad. La explosión de Siberia sigue siendo un misterio, pero algo es seguro, la verdad esta ahí afuera.

Este es el muñeco ET de la autopsia que se realizó a uno de los cadáveres encontrados en Roswell en 1947: