EL FUEGO DEL DRAGON

BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA

Nº 56 – Abril de 2003

 

Editado por Carlos Alberto Iurchuk

La Plata – Argentina

iurchuk@netverk.com.ar

"El Dragón Invisible"

http://dragoninvisible.com.ar/


Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.


Oleada de mutilaciones de animales 2002

 (Segunda parte)

 

Norberto Mollo

Juan José Mecchi

Rufino – Argentina

nmollo@arnet.com.ar

I. F. O. R. – Investigadores del Fenómeno Ovni de Rufino

 

 

Las distintas hipótesis de trabajo

 

Se han propuesto las más diversas explicaciones para tratar de aportar algo de luz en torno al misterio de las vacas mutiladas. Desde las más increíbles, como la presencia de extraterrestres, intraterrestres, o del mítico animal "chupacabras", hasta las menos osadas, como son las que aportan las ideas de intervención de la CIA u algún otro organismo secreto de Estados Unidos, miembros de una secta, estudiantes de veterinaria, la industria de cosméticos, interesados en comprar campos más baratos, interesados en distraer a la gente de la realidad nacional, avispas, el gato chaqueño, el aguará guazú y el ratón hocicudo rojizo y otros depredadores naturales. He aquí algunos puntos de vista al respecto.

Las autoridades formularon distintas y curiosas hipótesis:

 

 

El reconocido investigador Alfredo Silletta descartó de plano la posibilidad de la participación de sectas en las mutilaciones de ganado, tal como lo suponían fuentes policiales. "Estos casos no tienen nada que ver con las sectas ni con ningún otro ritual religioso, como algunos infieren a poco de informarse respecto del caso, tampoco es cierto que esto tenga que ver con la aparición de OVNIs y seres de otros planetas, como dicen que afirmó Fabio Zerpa. Eso no tiene relación con la verdad y, además, yo no creo en esas cosas"... "Los umbanda utilizan otro tipo de animales para sus rituales religiosos como gallos, gallinas y cabritos, además, estas ceremonias, que sólo las hacen afrobrasileños del tipo umbanda, se hacen en un templo. Es decir, el sacrificio se efectúa con un animal pequeño, delante de los fieles, y esto que aparece en los casos, donde se cortan partes de una vaca, no tiene ningún tipo de vinculación con las actividades de las sectas. No tengo una opinión formada respecto del tema y acumulo las mismas dudas que tiene la sociedad. Si bien hay muchas hipótesis, no tengo los conocimientos científicos para decir algo con fundamento". El investigador no descartó, la hipótesis que se tratara de pruebas de laboratorios de Europa, que intentan saber – en forma secreta – si el mal de la vaca loca está en la Argentina. Dijo no recordar casos similares en nuestro país.

Mirta Palomba, "ialoriyá" (máximo cargo alcanzado por una mujer en la religión africanista, luego de mai de santos y maicina) sostuvo enfáticamente que "bajo ningún punto de vista las mutilaciones hechas a los vacunos pueden ser productos de ritos esotéricos. Ni religiones, ni sectas, pueden haberlo hecho. Por lo que he escuchado y visto, nada se parece a ritos de religiones y sectas. En muchas religiones se utiliza el sacrificio de animales como ofrenda para lograr una sanación espiritual, o ayuda, pero no mutilaciones como las que aparecieron. Además, con una vaca no tiene sentido bajo ningún punto de vista. Podría ser un chivito, una gallina, una paloma o un cabrito, pero no una vaca. Aparte, el hecho de quemarlas y sacarles los ojos, la lengua y otros órganos no le encuentro ningún tipo de fundamento. La religión africanista, practica ofrendas con animales y leyes y fundamentos para dar vida a la vida, pero no matar sin ninguna ley, es decir matar por matar. Si se está ofrendando algo que se considera sagrado, como se va a quemar y abandonar en el campo el animal. Si se está pidiendo la fuerza, el equilibrio emocional, como se va a mutilar de esa forma un animal. Nosotros a los animales sacrificados los comemos. Así debe ser, pues si no, no se cumplen las leyes de la religión. Al contrario, se está tirando lo que se va a ofrecer. Justamente uno de los fundamentos es comer de lo mismo que se ofrenda".

El chileno Jaime Ferrer, director del Calama UFO Center, ofreció una nueva y particular hipótesis sobre las extrañas muertes: "Los responsables de esto son seres muy inteligentes que manejan una tecnología que desconocemos y de origen terrestre e intraterrestre". El investigador se lamentó: "Si pudiera hablar con alguno de los veterinarios que pretenden buscar una explicación lógica a las mutilaciones, podría decirle que hacer"... "Los cortes para retirar determinados órganos no fueron hechos mediante la utilización de calor, sino todo lo contrario, fue logrado por medio de un frío extremo, de aproximadamente 200 grados bajo cero, lo cual crea la cristalización que permite un fácil retiro de los órganos, como si fueran trozos de cristal. Los animales fueron congelados".

Los ufólogos argentinos están convencidos que las mutilaciones de ganado son obra de los OVNIs, pero presentan diferencias a la hora de describir quien tripula dichos aparatos. Un grupo importante está sindicando que es muy probable que se trate de experimentos biológicos realizados por un organismo secreto de Estados Unidos. Otro grupo señala que las mutilaciones son obra de extraterrestres – o intraterrestres – que están realizando experiencias biológicas.

El doctor Alberto Cormillot en el en el programa "Va por vos" de América TV, se inclinó en el tema del ganado mutilado, por la acción de estudiantes de veterinaria, que están haciendo experimentos. "Seguramente trabajan con elementos de avanzada". El profesional olvidó que decenas de veterinarios recibidos han analizado los animales y muchos de ellos han reconocido que, con los elementos tradicionales, es imposible efectuar cortes como los que se hallaron.

El especialista Francisco Cayol escribió en la página http://www.viarural.com.ar/ que "se trataría de insectos que no comen cuero, pero sí labios, ojos, lengua, ano y genitales de los cadáveres. Las heridas no sangran porque el insecto ataca animales ya muertos por otras causas. El mismo insecto podría matarlos, ya que se conocen casos de muertes de equinos y vacunos por picaduras de abejas africanas. Por supuesto, estas muertes se llevan a cabo sin derramamiento de sangre. No dejan huellas en el barro; incluso, se encontró ganado mutilado en la nieve sin rastros alrededor. Esto nos hace sospechar que serían insectos voladores no identificados, al menos por el momento. Es común que algunos cirujanos veterinarios usen larvas para que coman el tejido muerto con más precisión que un corte quirúrgico. También los estudiantes de veterinaria suelen dejar cabezas de ganado en hormigueros, para que dejen el cráneo limpio hasta el hueso. Esto es lo que dicen las necropsias sobre la precisión de los cortes observados en los animales y la limpieza de los huesos en la boca. Sospecho que se trata de el insecto "Chaqueta Amarilla" (Vespula germanica), una clase de avispa de origen europeo que se alimenta, entre otras cosas de proteínas animales. Ese insecto fue introducido hace unos años en Río Negro. Hoy, sus colonias se extienden desde San Juan y el sur de Buenos Aires hasta Santa Cruz, entre la cordillera y la costa. Esta hipótesis es una sencilla interpretación de un fenómeno natural, que puede ser cuestionada pero que es mucho más accesible al entendimiento que el supuesto interés de veterinarios extraterrestres en la disección del ganado o la voracidad de los chupacabras".

Tito Rodríguez, director del Instituto Argentino de Buceo, coincide con Cayol, al atribuir las mutilaciones a la acción de la vespula germánica o "chaqueta amarilla". Agrega que ante la llegada de los primeros fríos intensos, ante la falta de miel la avispa se convierte en carnívora. "Ataca a animales muertos o enfermos (esta avispa no sólo pica, también muerde), pero como no puede penetrar el grueso cuero de las vacas, ataca en forma masiva las ubres, el ano, la lengua, los ojos. Muchos lugareños se preguntaban ¿por qué un solo ojo? La respuesta es sencilla, la vaca cayó apoyando el otro en la tierra. Las miles de micromordidas hacen ver a la carne cortada como cauterizada. En muchos casos al escoger como víctima a animales muertos es normal que estos no sangren. Las avispas no dejan huellas en la tierra ni en el pasto. Las avispas cuando atacan liberan ferhormonas, eso le indica a otros animales que van a atacar y ni los rapaces se acercan. Los ataques cesan abruptamente, pero con las heladas todas las avispas mueren dejando a la reina enterrada incubando los huevos de futuras generaciones".

Queda por establecer si esta hipótesis es de por sí suficiente para explicar las prolijas mutilaciones reportadas en distintos puntos del país, en los cuales se han denunciado faltantes de distintos órganos en los vacunos, entre otros detalles que no encajan del todo bien con la explicación de las avispas.

Aunque no sería mala idea verificar si fue observado el revoloteo de avispas sobre los lugares donde se encontraron vacas muertas y mutiladas, así como orientar los análisis en la búsqueda de rastros de tales insectos en los animales afectados.

Sin embargo la especialista Susana Querejeta y otros colegas se manifestaron contrarios a esta versión, especialmente por los cortes observados en animales hallados. Querejeta señaló: "Descarto totalmente que esto sea obra de cualquier animal, me inclino por el accionar de alguna secta que quiera propagar su actividad". Por su parte, Diego Prates, al observar como quedan los animales dijo: "A mí esa idea no me cierra. Las mutilaciones vistas no se corresponden al accionar de insectos".

Juan Corley, responsable del Laboratorio Ecológico de Insectos Forestales del INTA Bariloche, explicó que en esta época del año las avispas están totalmente retraídas. "Es muy raro verlas, y menos en los sectores en donde aparecen vacas y otros animales mutilados. Además, se trata de insectos sociales, que andan siempre en grupos, por lo que deberían ser vistas fácilmente al acercarse a los animales muertos. Como no existen datos certeros acerca del fenómeno, la gente inventa cosas. Es cierto que la chaqueta es carroñera y come las partes más blandas del animal, pero hay otros insectos incluso aves que actúan de la misma manera".

El médico veterinario de Coronel Pringles Alberto Sensi recomendó, ante una mutilación de ganado, "no tener miedo, llevar tranquilidad y no acercarse a los animales, llamar al profesional lo antes posible para poder realizar las necropsias correspondientes".

La Facultad de Veterinaria de Tandil, que investigó la muerte de vacunos mutilados, señaló que las mutilaciones fueron realizadas por un ser inteligente, descartando la acción de animales depredadores.

Un productor de la zona de Cuchillo Có aportó una hipótesis sobre las extrañas mutilaciones que se produjeron en los animales: "Podría tratarse de un aguará guazú, que es como un perro medio peludo, de hocico largo, que no muerde y si despedaza a los animales. Si bien su hábitat es el litoral argentino, hace 40 ó 50 años anduvo por la pampa y se dedicó a comerle las ubres a las ovejas, que era el animal que predominaba por la zona". ¿Cómo pudo llegar tan lejos de su hábitat? "No sé, a lo mejor por las inundaciones". "Por la forma de su hocico, puede introducirlo en el cuerpo del animal, al que no mata, generalmente éste está muerto o moribundo, por lo que no hay lucha. Es así como arranca la lengua o las vísceras". "Otro dato: ¿por qué se espantan los perros u otros animales en el lugar donde está el vacuno u ovino muerto? El aguará tiene un olor muy especial que los espanta".

El director de Fauna Silvestre de la provincia de Río Negro, Raúl Cardón, aseguró que las misteriosas muertes de vacunos en la región, serían causadas por una especie de felino conocido como "gato chaqueño". Se trata de una especie de unos 50 cm de alto, hasta 1,5 m de largo, colorado o negro, con las extremidades traseras más altas que las delanteras, lo que le da una forma algo extraña, y que en lugar de tener la cabeza redonda como los felinos tiene una especie de hocico alargado, similar al de un animal como el zorro. "Es un puma con manos cortas y más chicas. Y el lomo alto". Reconoció que su hipótesis está basada en relatos que le habían contado, ya que nunca vio que el gato en cuestión atacara a vacunos, aunque sí a ovinos. "Para cazar a sus víctimas, el felino sube sobre el lomo de su presa, aún con vida, a la altura de los cuartos traseros. Le produce una herida para comerle los intestinos desde arriba, con lo cual el animal sigue caminando hasta debilitarse a causa de la pérdida de sangre. Cuando la víctima cae en el piso, el gato termina su faena comiendo la lengua y otros órganos. Este gato data de los años 40, vino del norte y se adaptó a la zona, a pesar de las diferencias climáticas obvias. Tenemos datos de muchos ovinos muertos, en la zona de cuchillas, donde se encontró una gata parida". Estas declaraciones generaron todo tipo de reprobación de la comunidad de Río Colorado. Según se pudo investigar dicho gato existe en la provincia de Río Negro desde mediados del siglo pasado, cuando a través del tren, llegaba a la región una innumerable variedad de animales, la mayoría de los cuales no logró adaptarse y algunos antes y otros después, terminaron extinguiéndose. Sin embargo, el llamado gato chaqueño sí logró superar las barreras biológicas de la región y sobrevivió. De todas formas, no es muy común verlo en los campos. Víctor Tomaselli, propietario de coto de caza, indicó: "No conozco a fondo cuestiones técnicas, pero me parece que un gato de estos, que no es muy diferente a un gato montés, pueda matar un animal vacuno, y menos 10 en una noche". El veterinario José Cacciavillani descartó de plano la alternativa de un animal como autor de estos hechos: "Nunca un animal podría hacer algo de este tipo, porque no hay desgarro de carne y tampoco se desangran, ya que al abrir nos encontramos con que la sangre está en el interior de las vacas y las heridas están cauterizadas. Los cortes perfectamente geométricos y precisos no coinciden con los que podría hacer un animal. Difícilmente un gato de este tamaño se pueda sostener sobre una vaca de más de 350 Kg. cuando es atacada. Me inclinaría en pensar que, en tal caso, buscaría terneros o animales menores, además, aún muerto el animal, no entiendo como se puede extraer completamente un ojo sin derramar una sola gota de sangre". El propio Cardón, una semana después, reconoce el escaso sustento de su hipótesis: "Los datos más recientes me hacen descartar la posibilidad de que se trate de ataques de un felino, conocido como gato chaqueño, que habíamos pensado la semana anterior".

Un representante de la Federación de Cooperativas en la provincia de Entre Ríos, Gonzalo Alvarez Maldonado, aseguró: "Lo único extraño es este tipo de desvisceración que podría ser un poco técnica, pero creo que es una forma de distraer nuestra atención de muchas de las cosas que ocurren a nuestro alrededor. Estas, si no son por carroña de animales, no tienen ningún objeto. Aquí deben haber habido manos humanas. No existen los ovnis, que los hay los hay".

Gustavo Neme, un antropólogo especializado en estudios de la fauna en el sur de Mendoza, descartó que pueda tratarse de algo vinculado a fenómenos extraterrestres o paranormales. "Lo que ocurre con estas vacas es lo más esperable como producto de acción de la naturaleza. Mirando un poco los avances de la tafonomía (especialidad que estudia que sucede con los animales después de su muerte) podemos asegurar que cuando un animal de gran porte muere, lo que ocurre normalmente es que es atacado por los depredadores o carroñeros de la región. En Argentina no existen depredadores naturales de gran tamaño, que son los únicos que pueden perforar los cuerpos duros de las vacas o caballos, y es por eso que animales como el zorro o las aves eligen empezar por comer las partes blandas, como las ubres o la zona del cuello y la lengua".

Al profesor Guillermo Ibargoyen, titular de la cátedra de Patología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario, le bastó con observar dos cadáveres aparecidos en Santa Fe para saber que pasó con los casos registrados en todo el país. El profesional coincidió con la teoría oficial y remarcó: "No hay ningún misterio con las vacas mutiladas, los animales son devorados por depredadores. No las llamaría vacas mutiladas, sino vacas podridas. Iniciado el proceso de putrefacción, la carne tiende a separarse de los huesos y por eso las zonas aparecen limpias. Los cortes, que parecen hechos con instrumentos afilados o cauterizados, se debe a que el tejido tiende a secarse y a adquirir apariencia de haber sido quemado"... "Los bordes del área mutilada muestran zonas serradas, es decir con pequeñas marcas de dientes de pequeños predadores, la ausencia de sangre en los huecos de los cuerpos se debe a que después de unas horas ese fluido tiende a sedimentarse. El hecho de que fueron mutiladas las partes blandas de los animales se debe a que los animales carroñeros que viven en el país son pequeños y no tienen una mordida potente. En algunos casos en que fueron atacadas partes más duras o cubiertas por cuero, el animal salvaje aprovechó las grietas u orificios causados por la descomposición. Las bajas temperaturas del invierno retrasan los procesos químicos y bacteriológicos y a eso se debe la ausencia de olores nauseabundos de la putrefacción. Todos los casos muestran que las partes faltantes corresponden a las que están descubiertas y nunca las que están contra el suelo, lo que evidenciaría la existencia de depredadores pequeños. La rigidez cadavérica desaparece luego de algunas horas de muerto el animal". Esta hipótesis también es compartida por el colega Juan José Noste de la misma facultad. Ambos rechazan el término de "vacas mutiladas" porque la mutilación obedece a una acción realizada por los hombres con elementos específicos.

El médico veterinario Sergio Parra de Añatuya (SE), que trabaja para el Instituto de Cultura Popular INCUPO, barajó varias hipótesis sobre el destino de los órganos extraídos a los animales, entre ellas para la fabricación de cosméticos o para farmacología humana o veterinaria. "Determinadas glándulas u órganos son utilizados para estos fines, aunque me inclino por la primera hipótesis (cosméticos) porque existen elementos de cirugía humana y de animales que permiten hacer este tipo de actividad, quizás en un plano quirúrgico chico. También es posible que los restos de los animales sean utilizados en pruebas de avanzada y descarto de plano la alternativa de que actúen seres extraños o extraterrestres en estas cirugías en medio de los campos argentinos. Estoy sorprendido por los cortes prolijos y perfectos que se realizaron en el cuerpo de los animales. Actualmente la medicina veterinaria dispone de muchos adelantos quirúrgicos, pero sigue quedando en la incógnita sobre la posibilidad de que todos los elementos se puedan llevar en un maletín para realizar los cortes. Es probable que los animales sean mutilados en otro lugar y luego sean depositados donde fueron encontrados. Por eso se están buscando restos en la sangre de químicos o somníferos utilizados para anestesiar al animal".

Las profesoras en Ciencias de la Educación Elsa Mensch y Liliana Arró, ambas a cargo de la Cátedra Metodología de la Investigación del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social de Bahía Blanca, discreparon con la metodología de trabajo del SENASA, señalaron que para realizar una investigación científica seria, antes que nada, se debería formar un equipo interdisciplinario para abordar el tema desde distintos ángulos. Lo ideal sería contar con biólogos, antropólogos, geólogos, patólogos, veterinarios y – por qué no – personas que estudien fenómenos paranormales o baquianos, entre otros. "Además, hay que sumar a un especialista en metodología que vaya chequeando paso por paso, a fin de no dar ninguno en falso. Para encarar una investigación seria implica también ser muy cuidadoso y crítico, abandonar creencias o sistemas de valores personales y trabajar con datos constatables por la vía científica. En cuanto a las hipótesis por abordar, antes de crear nuevas, deben considerarse las de tipo histórico; es decir, las que han sido formuladas años atrás en otros países donde han ocurrido fenómenos similares. En los Estados Unidos y Méjico se han abordado muchas hipótesis al respecto que no fueron ni confirmadas ni desconfirmadas, salvo dos. A esas investigaciones habría que revisarlas porque ha pasado mucho tiempo. En ese momento se confirmó, por ejemplo, que los cortes no fueron hechos con los materiales conocidos en esa época (las décadas de ’70 y del ’80). Hoy, esto puede haber cambiado, porque la tecnología ha avanzado mucho y quizá ahora sí se pueda averiguar con que fueron hechos. En cuanto a las hipótesis nuevas, habría que incluir en las investigaciones el tema de la desaparición del agua de tanques australianos. ¿Cómo se entiende que haya desaparecido el líquido hasta dejar los tanques totalmente secos? Asimismo, hay que trabajar con alguien que entienda de suelos y pueda indagar sobre las posibles señas que hayan sido dejadas en torno a los animales. Cuando más desconocido sea el fenómeno, más gente habría que incorporar a la investigación. No se puede formular una hipótesis sin tener en cuenta todos los elementos recopilados. El método científico, en forma seria, se puede aplicar a cualquier disciplina, incluso a alguna que investigue el fenómeno OVNI. Pero no todo el que se dice investigador lo es... Respecto de casos como estos, muchos periodistas y supuestos entendidos han aparecido en televisión con teorías explicadas de forma tal que una gran parte de ellas se sustenta en creencias. Hay que manejarse con mucha cautela. No me he enterado de que el tema haya sido abordado desde una óptica netamente científica".

El veterinario Alejandro Martínez, quien volvió al país después de trabajar 10 años en España en el mundo de los toros de lidia, comenta que en su trabajo la inmovilización del animal es la clave, ya que son toros de máxima peligrosidad que matarían al hombre que se acerque a hacerle alguna operación. El primer paso que podrían utilizar los autores de las enigmáticas mutilaciones es inmovilizar el animal: "Eso se logra hoy muy fácil y la técnica está disponible en el mundo entero. Se utiliza un dardo pequeño disparado por una pistola de aire comprimido que hace mucho menos ruido que un rifle de aire comprimido. Aquí en Argentina, para inmovilizar animales se usan relajantes musculares que tardan bastantes minutos, el animal se sigue moviendo, camina, se sienta, se termina echando. En el mundo, en cambio, hay medicamentos con capacidad de volteo en treinta segundos y hablo de toros de lidia que pesan 500 kilos y son pura potencia. Usando el medicamento inmovilón revivol, por ejemplo, con dos centímetros cúbicos el animal queda paralizado. Si hablamos de vacas mucho más livianas, como los casos que estamos viendo, la capacidad de volteo es total. La matanza del animal se realizaría inyectándole drogas fácilmente accesibles como el pentotal sódico y ciertos derivados del curare. Respecto a la ausencia de huellas hasta los cuatreros comunes dejan su vehículo por lo menos a un kilómetro de distancia y se acercan al animal usando alpargatas de yute o similares que no dejan rastro. El termocauterio es un sencillo instrumento que produce cortes exactamente iguales a los hallados, tiene de 70 centímetros de largo y no necesita fuente de energía. Es un tubo que se carga con éter y que tiene disponible distintos tipos de punta, por ejemplo una punta cortante. Una vez prendido con un encendedor, el termocauterio llega a 760 grados de calor en la punta. Se va cortando y al mismo tiempo el calor cauteriza. No cae ni una gota de sangre. Se le puede sacar a una vaca todo lo que rodea a los maxilares. Con el animal inmovilizado, una persona saca la lengua hacia un costado y el otra la corta con el termocauterio en menos de dos minutos. Aún faltan informes serios, peritajes y necropsias como corresponde donde se determine exactamente el tiempo de muerte, tampoco hay análisis toxicológicos, sobre todo del cerebro, que es muy noble para esos estudios y a través de los cuales se puede determinar que drogas se usaron contra los animales. Lo urgente es que se haga una investigación en serio y no basarse en testimonios parciales en los que no hay un registro exacto de lo que pasó. Lo que yo afirmo en forma categórica es que lo que le hicieron a los animales no requiere de tecnología desconocida: aquí puede haber una organización, secta o lo que sea que puede usar medicamentos e instrumental que se usan en toros de lidia o caballos de carrera desde hace muchos años".