INTRODUCCION  A LA PROBLEMÁTICA DEL  FENÓMENO  OVNI

 

ICIFO, Venezuela *

Definición (Dr. J. Allen Hynek, The UFO Experience, 1972, p. 10):   Informe de la percepción en el cielo o sobre el suelo de un objeto o una luz cuya apariencia, trayectoria, comportamiento dinámico y aspectos luminosos, no sólo no sugieren una explicación convencional ni lógica a los testigos, sino que permanece sin identificar después de que individuos técnicamente idóneos examinan toda la información disponible.

Esta definición, según el Dr. Jaques Vallee postula, en principio, la existencia de un grupo técnico con la sabiduría necesaria para separar el trigo (Ovnis) de la paja (OVIs), lo cual es cuestionable...  (Citado por Más Allá de los Ovnis, Capítulo 30).  El mismo Vallee ha dicho que ninguna definición del fenómeno (1) podría ser aceptable si no da cuenta de sus implicaciones psicosociales, pero pensamos que una definición pura y simple no tiene por qué extenderse hasta ese orden de consideraciones.  Vallee, en ocasiones, tampoco  ha estado de acuerdo con la palabra objeto como parte de la definición, por considerarla altamente contaminante en lo que respecta a las sugerencias que implica.

ICIFO propone la siguiente definición:  Percepción, por uno o varios testigos, en el ámbito de nuestro espacio convencional, de un objeto aparente o de una luz, cuyas características y/o movimientos no permiten asociarlo con ningún fenómeno natural, ni con ningún objeto o vehículo conocido. 

Obviamente si se percibe algo que pueda catalogarse como real, cuya apariencia sugiere un vehículo no asociable a ninguno de los vehículos  conocidos en nuestro planeta, tenemos que pensar que se trata de una nave procedente de un mundo que no es el nuestro.

A pesar de que existen testimonios muy serios de esta clase de avistamentos y otros, catalogados como del tercero y cuarto tipos, oficialmente no se ha reconocido la existencia de los ovnis como posible vehículo extraterrestre “por falta de evidencias”, sin entrar a considerar el fenómeno contacto, cuya naturaleza lo hace aún más polémico.

En general el fenómeno:

§         Puede considerarse físico, al menos en varias de sus posibles manifestaciones (deja huellas, produce efectos, es fotografiable, puede ser captado por RADAR, etc.).

§         Tiene historicidad: puede rastrearse desde la prehistoria. 

§         SU INTERPRETACIÓN ESTÁ CONDICIONADA POR LA CULTURA, PARTICULARMENTE POR EL GRADO DE EVOLUCIÓN TECNOLÓGICA.

§         Posee implicaciones psicosociales, algunas de ellas asociables a la religiosidad.

§         Puede ser objeto de investigación científica, a pesar de que habría que aplicar una metodología especial (ad hoc), debido a su elusividad y otras características que permiten catalogarlo como paranormal.   Estudiarlo no requiere, a nuestro juicio, la creación de ninguna nueva ciencia: bastaría simplemente con aplicar el método científico, permaneciendo con la mente bien abierta, ya que se trata de un fenómeno triplemente desinformado (2). Por la misma razón su estudio no puede, tampoco, calificarse de “pseudo ciencia”. Es imperativo descartar las creencias, evitando preguntas como ¿cree Ud. en los ovnis? y ser muy analítico.

Las personas directamente vinculadas con el fenómeno pueden dividirse en Investigadores (3), Abducidos (secuestrados) y  Contactados (testigos con experiencias del 4º  tipo).

Un ovni no es, necesariamente, una nave extraterrestre sino -inicialmente- sólo eso: algo que generalmente es percibido como una luz estática o en movimiento, sin que  podamos asociarlo con nada conocido.  Para conectarlo con posibles naves de otros mundos deben haber indicios y testimonios serios que permitan diferenciarlo de cualquier vehículo identificable; de existir evidencias, las mismas deben ser cuidadosamente investigadas.

(1)  Es conveniente precisar, en alguna medida, el significado que el término “fenómeno”  ha adquirido dentro del discurso relacionado con los ovni’s: la palabra designa, en rigor, la captación de cualquier estímulo por parte de nuestro aparato perceptor, es decir, que presupone una causa externa generadora de esos mismos estímulos sensoriales.  Popularmente, sin embargo, se ha dado en llamar fenómeno a estímulos cuya causa generadora no está determinada, al punto de que la palabra se ha convertido en sinónimo de “cosa extraña” y hasta de monstruosidad.   De esta manera la expresión “fenómeno ovni” puede interpretarse como algo que es percibido pero cuya naturaleza no está determinada en el contexto de lo conocido.

(2)  La triple desinformación del fenómeno ovni:

§         La proveniente de instituciones militares, políticas y religiosas, muy humanas todas, pero con intereses creados y contenido ideológico, a quienes parece no interesarles para nada el reconocimiento de inteligencia fuera de su propio cerebro.

§         La que podríamos denominar “autodesinformación”, impuesta por los condicionamientos culturales y los mapas (prejuicios/esquemas/programas) de pensamiento.

§         La posiblemente proveniente de las propias inteligencias que obran detrás de los contactos y de los ovnis  “como probables  elementos de control” (hipótesis del Dr. J. Vallee), quien ha llegado a afirmar que el fenómeno tiene potencial para ser más inteligente que los humanos, asumiendo que sean naves reales o proyectadas.  Otros estudiosos hablan de “el ovni como AGENTE DE DESCONSTRUCCIÓN CULTURAL”, lo cual sugiere que el ovni, como posible vehículo “extraterrestre”, es igualmente asociable a un medio de control.     “Si son inteligentes y usan alguna forma de lógica similar a la nuestra, deben tener una razón muy poderosa para no dar la cara”, afirma Ignacio Darnaude, un estudioso español del fenómeno contacto.

Paradójicamente cierto porcentaje importante de la información que se maneja, como hipótesis de trabajo, para explicar el fenómeno, proviene, aparentemente, de fuentes asociables a las inteligencias, lo cual significa que si prescindimos de esa parte de los datos retrocederíamos, tal vez, unos cuarenta años, en lo que respecta a las piezas del rompecabezas que se han podido ensamblar hasta ahora.

(3)  El Dr. Heynek afirmó una vez que un “experto” en el fenómeno ovni podría ser alguien que lo hubiese estudiado lo suficiente como para darse cuenta de que no sabía nada de él.

 

 

Según Ramiro Garza y Jorge Reichert, en una monografía sobre “Las Cinco Posibilidades En Que Podemos Dividir el Fenómeno” (CIFEEEAC, México, 1975), un ovni puede ser:  1. Un fraude; 2. Un vehículo tecnológico procedente de habitantes del interior de la Tierra; 3. Una proyección del Inconsciente Colectivo; 4. La materialización de entidades extrañas en nuestro Espacio-tiempo y/o, 5. Vehículos de origen extraterreno.  Concluyen afirmando que no debemos caer en el fanatismo, ya que “cada una de las categorías tiene una cantidad respetable de datos que las hacen muy dignas de investigación”.  Se trata de un grupo serio, que promovía la divulgación de temas culturales y científicos en el Distrito Federal de la Ciudad de M’exico.

EL OVNI COMO POSIBLE VEHÍCULO “EXTATERRESTRE

Aparentemente  la palabra ovni ya ha adquirido, popularmente, el significado de “nave” extraterrestre... inicialmente era la sigla de Objeto Volador no Identificado, pero la costumbre la hizo sinónimo de “nave” alienígena.  Para clarificar un poco lo que deseamos señalar podemos añadir que, según entendemos, ciertos científicos no objetan el ovni como objeto no identificado sino como presunta “nave” extraterrestre; lo malo no es que lo objeten, sino que lo hacen de una manera prejuiciada y poco convincente, representando una crítica carente de seriedad.

 

Uno de los problemas más desconcertantes del ovni como posible vehículo extraterrestre  es su elusividad, es decir, su habilidad para no dejarse aprehender: se han dado casos donde el ovni aparece de repente o se desvanece literalmente en el aire. Muy raras veces se ha percibido su presencia en la alta atmósfera y prácticamente nunca han sido detectados por radares del espacio profundo, comportamiento que sugiere la posibilidad de que estemos frente a vehículos o manifestaciones de alguna suerte de tecnología paralela, con posible dominio de órdenes de realidad diferentes a los conocidos o de ámbitos dimensionales  imperceptibles para los sentidos ordinarios.

Podemos, también, discutir un poco el calificativo “extraterrestre” pues el mismo nos lleva directamente a asumir la llamada Teoría del Astronauta, la cual presupone que los presuntos tripulantes del ovni como vehículo, podrían homologarse con astronautas terrestres pero tecnológicamente más avanzados, empeñados en una práctica convencional de exploración espacial, lo cual parece estar totalmente negado por las conclusiones a que se ha llegado después de estudiar ciertos encuentros del tercero y cuarto tipo.

Indudablemente, si no funciona la Teoría del Astronauta, habría que pensar en las -ya mencionadas- posibles realidades paralelas o alternas y en las restricciones de que adolece el aparato preceptor del ser humano, como punto de partida para hallar una explicación a la elusividad y otras características del fenómeno que lo presentan normalmente o permiten clasificarlo dentro de una irracionalidad que refuerza inmediatamente esa misma elusividad que deseamos descifrar.

Por su parte la palabra vehículo, por ser mucho más amplia y menos convencional que “nave”, parece más adecuada para sustituir a “ovni” en los casos en que se sospeche relación con posibles medios espaciales no terrestres, si no elegimos el tecnicismo ya propuesto de VED o Vehículo Extraterrestre Dirigido.

El escepticismo de muchas personas parece centrarse en el hecho de que no hay  “evidencias” del contacto y, más grave aún, de que ningún gobierno ha dado testimonio oficial del mismo; debemos comenzar sosteniendo que el echo de que ningún gobierno diga que existen porque fue contactado

 

NOTAS:

·         Muchos han estudiado con seriedad el fenómeno de los Objetos Voladores No Identificados, atendiendo sus implicaciones físicas y psico-sociales, sosteniendo, dentro de las hipótesis de vanguardia a nivel mundial, que estamos en presencia de uno o más grupos de inteligencias, probablemente vinculadas al desarrollo de nuestra humanidad desde la prehistoria, que vienen actuando desde un espacio-tiempo o realidad paralela.   Piensan que la ciencia actual debe expandirse, dentro de una apertura razonable, para poder dar cuenta de esta fenomenología, que tal vez sea la clave para entender el destino de la especie humana.

·         Los llamados “contactados”, es decir, las personas que afirman comunicarse con inteligencias no-terrestres, posiblemente clasificables dentro de lo que pudiera denominarse “extraterrestres”, representan facetas interesantes en ciertos casos, pero debe investigarse profundamente para asegurarse de que no se está en presencia de un psicópata o de un timador.

·         El estudio de esta fenomenología se basa en la casuística, es decir en el análisis de los casos que se van clasificando y, a su vez, cada caso, haya o no evidencias, se basa en el testimonio humano.  El testimonio humano es algo tan serio que de él puede depender la vida de otro ser humano, como ocurre en la ciencia del derecho, que fundamenta sus decisiones en la palabra de los testigos que presenciaron o vivieron lo hechos.

Preguntas para desarrollar coherentemente el tema:

¿QUE ES LA REALIDAD?

¿DISPONEMOS DE UN APARATO PERCEPTOR CAPAZ DE CAPTAR TODO LO QUE VERDADERAMENTE SUCEDE A NUESTRO ALREDEDOR?

¿EXISTEN OTROS UNIVERSOS DIMENSIONALES O ESPACIO-TEMPORALES?

¿PUEDE EXPLICARSE EL FENOMENO OVNI COMO ALUCINACION COLECTIVA O CONFUSION DE GENTES INEXPERTAS?

¿QUÉ INDICAN LOS INNUMERABLES CASOS SIN EXPLICACION, ES DECIR, YA FILTRADOS POR LOS INVESTIGADORES, EN RELACION CON LOS LLAMADOS “EXTRATERRESTRES”?

¿PUEDE APLICARSE EL METODO DE LA CIENCIA A ESTA FENOMENOLOGIA?

 ¿SE BASA LA OBRA “CABALLO DE TROYA” DE J.J. BENITEZ EN FUENTES PRESUNTAMENTE  EXTRATERRESTRES? (4)

¿SE OCULTA INFORMACION SOBRE EL TEMA A NIVEL OFICIAL?

¿PUEDE SER EFICAZ EL LLAMADO “PROYECTO SETI” NORTEAMERICANO (¿Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre basada en los vestigios de ondas electromagnéticas moduladas?)    Científicos serios como el Dr. Jean Pierre Petit, Cosmólogo francés vinculado al CNRS, tocan abiertamente el tema o se han inspirado en ciertos casos como el bien conocido de Ummo, para desarrollar teorías cosmológicas, dando ejemplo de lucidez, apertura mental y seriedad.

Email:  science@jp-petit.co

Site:     www.mygale.org/07/ummo/jpp01.htm             (Nota: dice “jpp01”)

(4)     En realidad, para escribir los 6 tomos de Caballo de Troya, JJB tomó, MUY INTELIGENTE E INTERESANTEMENTE, la parte de física teórica con que argumenta la explicación del viaje en el tiempo, casi literalmente, de los libros “El Misterio de Ummo” y “Ummo Otro Planeta Habitado”, escritos por los autores españoles  Antonio Ribera y Fernando sesma, y la parte en que narra la vida de Jesús de El Libro de  Urantia, moderna revelación dictada a un grupo de norteamericanos hace unos cincuenta años, por entidades “no físicas” que se autopresentaron como “Jerarquías espirituales”... Los tres libros tienen en común el hecho de proceder, aparentemente, de fuentes presuntamente  “extraterrestres”.

Si hemos de aceptar las conclusiones a que han llegado algunos estudiosos con respecto a las entidades que contactan, en ciertos casos con determinado orden de evidencias, las mismas podrían clasificarse como inteligencias humanas, aunque más avanzadas en lo que respecta al psiquismo y la conciencia, detrás de ciertos contactos comprobados, inclusive con una ostensible y elevada espiritualidad, sin mencionar la alta tecnología implicada en el hecho mismo del contacto.

Estas conclusiones, sin embargo, no podrían generalizarse, pues se ha informado, igualmente, de entidades sólo interesadas, aparentemente, en estudiar el ser humano como si se tratase de un conejillo de laboratorio, llegando, en otros casos, a manifestar abiertamente agresividad y hostilidad.

Sea como fuere, es válido aceptar, en principio, la idea de que si están aquí y no han procedido a someternos ni dañarnos masivamente, con las excepciones ya sugeridas, es porque se trata de entidades interesadas más bien en ayudarnos prudentemente o simplemente en observarnos con neutralidad desde sus privilegiadas posiciones.  Cualquier inferencia apresurada no pasaría de reflejar una proyección de lo que nosotros, como humanos, pensamos, sentimos o deseamos.

PUNTOS DE VISTA...

REALIDAD E INCOMPRENSION DEL FENOMENO OVNI

*  Sintetizado de la Enciclopedia "Lo Desconocido", Volumen 6, editada en España(1990) por el Dr. Fernando Jiménez del Oso, relevante psiquiatra, investigador de lo paranormal y autor de El Síndrome Ovni.

Los ovnis (como presuntos vehículos extraterrestres)  existen, a pesar de la reticencia  y la oposición de los científicos ortodoxos...  Si lo enjuiciamos con el nivel de nuestros conocimientos, el fenómeno no puede entenderse.  Son naves extraordinarias, no porque representen una tecnología superior, como a simple vista pudiera pensarse, sino una tecnología diferente.  No se trata de aviones muy rápidos o de cohetes silenciosos, sino de vehículos que, por su fuente de energía y por su comportamiento, manejan otros aspectos de la realidad que nos son desconocidos.  Los que niegan su existencia en forma apriorística siguen considerando que los ovnis son naves metálicas, tripuladas por astronautas de aspecto exótico, que recorren los espacios inmensos en misiones de investigación y exploración.

Quienes  llevan años estudiando el fenómeno desde adentro y acumulando información, ya no piensan con criterios tan simples.  Saben que los ovnis son el aspecto externo de algo mucho más complejo y trascendente.  Intuyen que no es  "algo" que ha venido, sino que está con el hombre desde un tiempo que ignoramos; "algo que cambia de aspecto, que se ajusta a los cambios o que determina.  Los escépticos desprecian el lado humano del fenómeno, que son los millones de testimonios; sólo una prueba tendría para ellos carácter definitivo, y esta consistiría en colocar un ovni bajo su microscopio, pero en el factor humano está la clave. Hay que dialogar una y otra vez con los "contactados".  Hay que revisar los mitos religiosos y las historias incomprensibles que hay dentro de la historia.  No es posible plantearse una metodología convencional para investigar el más absurdo de los fenómenos.

La actitud oficial no merece apenas comentarios: de aplicar algún adjetivo, este tendría que ser muy grueso.  Cualquiera que investigue el tema de los ovnis ha aprendido inevitablemente a sentir el más absoluto desprecio por las explicaciones oficiales, aunque todas comparten el mérito de que no es fácil acumular tantas sandeces en un octavo de columna.   Los ovnis son objetos reales: quien afirme lo contrario obra con mala fe, está confundido  o escasamente informado. El Dr. Heynek se preguntó una vez: ¿Estamos en presencia de una civilización que posee todos los medios necesarios para abusar de nuestros sentidos y de nuestro entendimiento?

JUNG Y EL FENOMENO OVNI

Jung entra en consideración a partir del momento en que el fenómeno ovni es enfocado como un mito moderno, posiblemente explicable mediante las teorías del inconsciente colectivo y de los arquetipos, desarrolladas por el mismo psicólogo, discípulo disidente de Freud.

Para ello habría que considerar el problema como una forma de evasión colectiva, causada por alguna manifestación social del psiquismo.  No sería la primera vez que esto ocurre en la historia.

La explosión atómica de Hiroshima habría hecho que la humanidad, inconscientemente, sintiese la necesidad de una protección superhumana.

Jung afirma que más allá del inconsciente individual existe un INCONSCINTE COLECTIVO, cuyos recuerdos podrían expresarse cíclicamente, como respuesta a determinadas situaciones sociales más o menos peligrosas, a través de unas imágenes simbólicas que él llama arquetipos.

Un ejemplo de esta idea podría relacionarse con la “virilidad”, que antaño habría tomado la forma o figura de un caballo blanco, pero que, contemporáneamente, podría expresarse o traducirse como un coche rojo de carreras: la representación cambiaría, mas no así el concepto-base.  La noción de una potencia superior revestía, antes, aspectos divinos, pero hoy podría adoptar cualquier otro lenguaje, creando una suerte de proyección psíquica colectiva.

Cuando un mito, según Jung, reaparece bajo ciertas imágenes o figuras simbólicas, puede proyectarse para reencontrarse con un orden de realidad semejante al que generó en el pasado.

De esta manera, el psicólogo, en “De las Cosas que se Ven en el Cielo”, sugiere que la figura circular de los ovnis podría representar simbólicamente una intervención divina.

Esta teoría no deja de ser interesante pero es, a la vez, simplista, en cuanto generaliza una explicación que no da cuenta de la totalidad del fenómeno.

¿PROGRAMAN LOS EXTRATERRESTRES NUESTRAS MENTES?

Citado de UFO UNIVERSE, Verano de 1994

Tras estudiar el fenómeno ovni durante dieciocho años, el investigador norteamericano Philip J. Imbrogno (P.O. Box 4218, Greenwich, CT 06830, USA), sostiene que a medida que transcurre el tiempo halla todo más intrigante: por cada pregunta que me hago - sostiene – me resultan diez más.  En sus propias palabras:

No hay duda en mi mente de que los ovnis existen ni de que hay una inteligencia detrás de ellos.  He visto suficiente evidencia como para sostener esta conclusión.  Quiénes o qué son y de dónde vienen es otra cosa.

Pienso que no existe ningún investigador, abducido ni contactado que sepa, con seguridad, qué está investigando, quién lo secuestró ni quiénes realmente están en contacto con él...

En mis primeros días de investigación me sentía satisfecho aceptando la teoría que pretende explicarlo todo en función de naves espaciales con tuercas y tornillos, provenientes de otro sistema estelar.  Hoy no siento que estemos enfrentados a un fenómeno físico.  Estoy convencido de que nos enfrentamos a una forma de vida no-física que puede optar por esta apariencia con un gran control sobre nuestras mentes y la manera en que podemos percibirla.

Sin duda no podemos explicarlo en términos de un visitante espacial proveniente de otro planeta.  Confrontamos un fenómeno de gran complejidad.  La verdad debe ser mucho más exótica que eso.  La mayoría de los contactos aparentan ser más una experiencia psíquica, lo cual podría explicarse por la posibilidad de que no estemos percibiendo la verdadera naturaleza del fenómeno.

La inteligencia ovni puede existir en dimensiones superiores mientras nosotros, seres “tridimensionales” no podemos penetrar, con nuestros sentidos limitados, en estas realidades paralelas.  Las entidades generalmente no nos revelan su verdadera naturaleza:  pueden alterar el comportamiento humano y producir fenómenos de “poltergeist”.  Estoy convencido de que, al menos algunas personas, pueden estar en contacto con uno o más tipos de “extraterrestres”.

Aunque según Joaquín Grau, existen indicios de que el fenómeno contacto tiene una consecuencia física, no podemos afirmar, sin embargo, de una manera definitiva, que esas consecuencias posean una naturaleza extraterrestre.

ICIFO, Investigación Civil del Fenómeno OVNI, es una sigla no registrada que permite expresar anónimamente su pensamiento a un grupo de analistas, quienes estudian el tema bajo una óptica científica, sin perder de vista sus implicaciones espirituales ni psicosociales.