La Nave de los Locos

La Nave de los Locos Nº 14/15
ENCUENTROS SEXUALES CON ETs Y BODAS CHAMÁNICAS*
DIEGO VIEGAS
(ARGENTINA) - 2000

Uno de los primeros casos conocidos de "abducción" en el mundo poseía ciertas implicancias que, para la época en que se publicaron los informes, distaban de ser fácilmente digeridas por los ufólogos. De a poco se había aceptado que tal vez hubiese naves extraterrestres dando vueltas por todos los rincones de la Tierra, y aunque con tibieza en los comienzos, también se aceptó que humanoides descendían frecuentemente de estas "naves", dando así un dato elocuente del origen del misterioso fenómeno al cual los ufólogos se esforzaban por otorgar un marco de seriedad que permitiese el reconocimiento de la ciencia académica como problema número uno para el conocimiento.

Es por eso que un caso en el que no solamente se hablaba de nave espacial y humanoides descendiendo, sino además de un secuestro del testigo y, por si fuera poco, un contacto sexual con una tripulante, era demasiado como para aceptarlo. Si a duras penas la ciencia oficial se ocupaba de un tema tan subjetivo y resbaloso como el de los OVNIs, un caso de cópula con extraterrestres parecía realmente impresentable.

Sin embargo, con el tiempo, las abducciones pasaron a formar parte de la categoría habitual de informes OVNI, y con la gran explosión publicitaria del tema –sobre todo en los EE.UU.- en la década de los 80 y 90, se vino a descubrir una gran cantidad de casos en los que se alegaban secuestros seguidos de contactos sexuales con extraterrestres, y más tarde bajo hipnosis, comenzaron a surgir historias de extraños embarazos, partos y fetos que mezclaban los genes humanos con los extraterrestres, dando paso a las teorías acerca de los "móviles genéticos" que impulsaban a los visitantes espaciales.

En efecto, tan temprano como entre el 5 y el 15 de octubre de 1957 (a sólo diez años de la creación del vocablo 'plato volador' y siendo conocidos nada más que encuentros del primero, segundo y algunos pocos del tercer tipo), cerca de la población de San Francisco de Sales, en el estado de Minas Gerais, Brasil, un campesino de 23 años de edad, de nombre Antonio Villas Boas, vino a ser protagonista involuntario de un suceso de procreación entre "razas planetarias". La noche del 5 de octubre de 1957 –según el relato que dio a conocer el periodista Joao Martins- Villas Boas observó desde la ventana de su casa una luz muy blanca y brillante que parecía provenir desde arriba, aunque allí no se veía nada. El día 14, mientras araba el campo con su tractor, y hacia la medianoche, apareció otra luz, de color rojo, "tan brillante que hería la vista". Se mantuvo un tiempo estacionaria, hasta que desapareció.

El día 15 se produce el hecho definitivo, cuando Antonio se encontraba en el mismo lugar, arando el campo. En esa ocasión, un objeto ovoide y luminoso de color rojo descendió vertiginosamente y se posó a 10 ó 15 metros del tractor. Un tiempo después el motor del tractor se detuvo y sus luces se apagaron. Antonio echó a correr, pero unos cuatro seres de baja estatura lo atraparon y lo llevaron hacia la máquina. Una vez conducido a su interior a través de una "escalerilla", Antonio se vio dentro de una habitación cuadrada de paredes brillantes. Luego lo llevaron a otra donde pudo escuchar el extraño sonido que emitían los seres al hablar y que se asemejaban a "gruñidos de perros". Pronto volvieron a sujetarlo y lo desvistieron. Uno de los seres desparramó un líquido con una esponja por su cuerpo y lo condujo a otro sitio.

Tras una secuencia de larga espera, con náuseas y vómitos de por medio, finalmente se abrió una puerta y entró una mujer totalmente desnuda. Según la descripción de Villas Boas dada a conocer por el médico Olavo Fontes, ésta "era hermosa...aunque sus pómulos muy altos, haciendo la cara muy ancha, a la vez que se afinaba hacia abajo bruscamente, terminando en un mentón muy fino". Comenzó a acariciarlo y terminaron manteniendo un par de relaciones sexuales. Luego un ser llamó a la mujer desde el umbral y ella salió, previamente señalando su vientre, al propio Antonio y al cielo, indicando claramente que un "hijo" de ambos nacería en el espacio exterior.

Posteriormente los seres bajitos conducirán a nuestro protagonista al exterior y la nave se elevará. Villas Boas padeció tras el episodio toda una semana con náuseas y episodios de sopor profundo (1). Más adelante le escribió a Joao Martins, por una serie de artículos sobre platillos voladores que éste publicaba en la revista "O Cruzeiro". Una vez en Río de Janeiro, se puso en contacto también con el Dr. Fontes, cirujano y ufólogo, quien lo revisó y determinó su estado normal y saludable. En los EE.UU., sin embargo Fontes confió a los miembros del APRO su escepticismo frente al asunto. Era, de hecho, "una historia demasiado fantástica para ser cierta" (2).

* Versión completa en la revista impresa

NOTAS

(1) Destaco estas consecuencias en tanto se asemejan a las producidas por la ingestión de ciertos enteógenos (mal llamados alucinógenos) que aparte de inducir un estado de trance visionario, simbólico e introspectivo –como muchas abducciones- también producen fuertes vómitos y estados de sopor.
(2) Durante los años siguientes, en los que esta abducción se convirtió en uno de los clásicos más célebres de la ufología, poco se supo de Villas Boas. En 1978 reapareció en un programa televisivo brasileño. Se había convertido en un respetable abogado con estudio propio en una pequeña ciudad cercana a Brasilia, casado y con cuatro hijos. Repitió su testimonio en forma idéntica agregando que durante el segundo coito la mujer había tomado muestras de su esperma. El primer artículo escrito de la historia apareció en 1962 en un boletín ufológico brasileño. Las primeras versiones en inglés, responsables de que el incidente diera la vuelta al mundo corresponden a 1965 en la inglesa "Flying Saucer Review" y más tarde aparecerá en dos libros : "Flying Saucer Occupants" (1967) de Jim y Coral Lorenzen y "The Humanoids" (1969) de Charles Bowen. Un ignoto grupo ufológico-musical francés llamado "Visitors" le dedicaría un tema en su disco de 1976: "Villas Boas".

Diego Viegas forma parte de la Fundación Mesa Verde/Proyecto Aleph. Es abogado y profesor universitario, además de estudiar Antropología en Rosario. Formó parte del CIFO (Círculo de Investigadores del Fenómeno OVNI de Rosario) y fue uno de los editores de "Ufología Racional".

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