Túpac Yupanqui

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Túpac Yupanqui
Tupaq Inka Yupanki
Inca del Tahuantinsuyo
Inca tupac yupanqui.jpg
10° Cápac Inca
1471 - 1493
Predecesor Pachacútec
Sucesor Huayna Cápac
Banner of the Inca Empire.svg
Inca del Tahuantinsuyo
1471 - 1493
Predecesor Pachacútec
Sucesor Huayna Cápac
Información personal
Nacimiento Alrededor de 1440
Cuzco
Fallecimiento Alrededor de 1493
Chincheros, Cuzco
Familia
Dinastía Hanan Cuzco
Padre Pachacútec
Madre Mama Anahuarque
Consorte Mama Ocllo Coya
Descendencia Huayna Cápac

Túpac Yupanqui (Tupaq Inka Yupanki) fue el décimo soberano incaico. Sucesor de Pachacútec; asumió el correinado probablemente entre los 15 y 20 años. Luego, tras la muerte de su padre, se hizo cargo absoluto del poder. Debía tener poco más de 30 años.

Durante su época como Hatun Auqui y luego como Inca empleó la mayor parte de su tiempo en campañas bélicas de conquista o pacificación e incluso de exploración. Estas últimas lo habrían llevado a Quito por el norte, el Paso del Chacao por el sur, el país de los Opataris y el Paititi por el este[1] y Mangareva por el oeste.[2] Sin embargo, también tuvo activa participación en el gobierno. Así, estableció a los curacas, realizó el primer censo general,[3] distribuyó el trabajo, asignó tributos, cimentó los mitimaes, continuó la construcción de los grandes caminos, ordenó las cárceles, propagó el culto al Sol e implantó un calendario basado en él, embelleció con palacios la ciudad de Tumipamba en honor de su recién nacido Huayna Capac y fundó la ciudad de Quito. Por todo esto también se le conoció como "el Resplandeciente".

Tomó como esposa principal a su hermana Mama Ocllo (homónima de la esposa del primer Inca), en la cual tuvo pocos hijos. Sin embargo, dejó fuerte descendencia entre concubinas y esposas secundarias.

Murió en Chincheros, tal vez envenenado por su esposa Chuqui Ocllo para favorecer a su hijo. Sin embargo, tras haberlo escogido como sucesor, se rectificó a último momento y designó como Inca al muy joven Huayna Cápac. Su momia perduró hasta la invasión quiteña, donde los generales Apo Quizquiz y Challco Chima la quemaron en venganza por la conquista de Quito. La Capac Panaca, que conforma su descendencia, recogió las cenizas y las habría escondido por Calispuquio junto a su deidad tutelar.

Contenido

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[editar] Biografía

[editar] Origen

Pachacútec escogió inicialmente a Amaru Inca Yupanqui como sucesor, pero éste era muy pacífico y bondadoso, lo llamaban "el Bueno". Se cuenta que cuando lo mandaron (prácticamente obligaron) a combatir contra los guaraníes fue derrotado. Tales actitudes hicieron cambiar de opinión a Pachacútec nombrando a su hijo: Túpac Yupanqui como su sucesor. Cuando Pachacútec estaba ya muy anciano le dejó asumir casi todo el poder (co-gobierno). Otros autores afirman que Túpac Yupanqui fue desde un inicio designado inca y que su hermano, al ser informado de que debía servirle, lo aceptó de buen grado.

[editar] Conquistas

Por el Este, se dirigió al Chinchaysuyo para anexar más etnias. Por el Norte conquistó a los Chachapoyas, Huambos y Guayacondos. Se enfrentó al Imperio Chimú, dirigiendo su atención a su amurallada ciudad capital: Chan Chan. Ante esto, Túpac Yupanqui elaboró una certera estrategia: secar el río Moche, principal proveedor de agua para Chan Chan. Como la ciudad se encuentra en medio del desierto, no tardó muchos días en anunciar la rendición.

Después de esta primera expedición volvió al Cuzco con un cargado botín y muchos orfebres y artesanos que fueron de gran utilidad en la enseñanza de estas artes en la capital. Descansó ahí dos años, y enseguida salió nuevamente por el norte anexando más etnias y derrotando otras que por su "salvajismo" no las anexaría por no ser de interés. En las cercanías de Quito edificó la fortaleza de Quinche, donde posteriormente algunos creen que habría nacido su hijo Huayna Cápac, aunque es más probable que haya nacido en Tumipamba. Al volver a Cuzco luego de 4 años, se le tentó comandar otra campaña de conquista en el Norte, en el Golfo de Guayaquil, donde derrotó a los Puná y a los Paches.

Por el sur, su mirada se dirigió al valle de Cañete y al señorío del Huarco. Aliado con los chinchas, creyó que su victoria sería segura pero los hechos le demostrarían lo contrario. Su campaña por esas tierras, la más ardua que habría de luchar en su vida y que le sirvió mucho en su desarrollo como guerrero, le tomó cerca de cinco años. Por esto decidió apelar a otros recursos para conseguir la derrota definitiva de tan recia gente. En efecto, mandó emisarios para señalarle a los líderes de la región (encabezados por una fiera mujer guerrera) que ambas naciones alcanzarían una alianza con el fin de mutuo beneficio entre ambos, siendo que los del Huarco aportarían constantemente alimentos y productos al Imperio mientras que los incas respetarían su autonomía. Ante esto, grandes celebraciones se darían inicio y en plena fiesta los soldados del joven Túpac Yupanqui irrumpirían contra las principales posiciones defensivas para tomarlas. Esto lo conseguirían en todos los reductos, salvo en la fortaleza de Ungará.

Aquí la lucha se hizo más dura y costó muchas vidas el tomarla. Finalmente, viéndose rodeados y deseosos de salvar sus cuerpos de la furia del príncipe imperial, los sobrevivientes se lanzaron desde lo alto de la fortaleza en un salto que años más tarde emularía el famoso Cahuide ante los españoles. A su llegada al lugar, Túpac Yupanqui, congestionado por la ira, ordenó que todos los prisioneros fueran ajusticiados y colgados de esos muros como escarmiento a todos los pueblos que siguieran su ejemplo.

[editar] Gobierno

Expansión del imperio inca.

En 1471, con la muerte de Pachacútec, Túpac Yupanqui se hace del trono a sus 30 años aproximadamente. En afanes de continuar la expansión del imperio dirigió una campaña en el Antisuyo (región selvática). Con un ejército dividido en 3 (uno de ellos comandado por su hermano Amaro Yupanqui), anexaron a las tribus: Opotari, Manú y Yanasimi.

[editar] Conquistas al sur del imperio

Durante su reinado, se realizó una expedición que inició recorriendo la meseta del Collao, Cochabamba y Tucumán. De Charcas se dirigió al sur y desplazo a los diaguitas de los valles transversales y parte de los picunches (grupo mapuche septentrional) que habitaban el Valle de Chile (el actual valle del Aconcagua o el valle del Mapocho) y algunas comarcas ubicadas al sur de él, produciendo que estos se desplazaran hacia tierra de mapuches, y alli se unieran los diaguitas y picunches con los mapuches, fijándose así los límites del Imperio Inca, en una zona que convencionalmente los historiadores y la arqueología extienden hasta el río Maule. Tomó el camino de regreso por la costa pasando por Pica, Huantajaya, Ariacca, Tácana y en Sama tomó rumbo hacia el Cuzco.

El cronista Pedro Cieza de León expresa que: "Caminó por toda la provincia del Collao hasta salir de ella, envió sus mensajeros a todas la naciones de las Charcas y Carangas y más gentes que hay en aquellas tierras. De ella, unos le venían a servir y otros a darles guerra... Yendo victorioso adelante de los Charcas, atravesó muchas tierras o provincias y grandes despoblados de nieve hasta que llegó a lo que llamamos Chile y señoreó y conquistó todas aquellas tierras, en los cuales dicen llegaron hasta el río Maule. En lo de Chile, hizo algunos edificios y tributáronle de aquellas comarcas mucho oro en tejuelos. Dejó gobernadores y mitimaes y, puesto en orden lo que había ganado, volvió al Cusco".

[editar] Muerte

En Chincheros, Chuqui Ocllo, una de las esposas de Túpac Yupanqui lo convenció de que su hijo Cápac Huari lo sucediera, sin embargo Túpac Yupanqui cambió de opinión decidiéndose por Titu Cusi Yupanqui (Huayna Cápac). Esto provocó la ira en Chuqui Ocllo quien envenenó a Túpac Yupanqui aproximadamente en 1493.

Posteriormente en 1532, cuando el ejército de Atahualpa tomó la ciudad de Cuzco, las etnias que conformaban su ejército aún guardaban un resentimiento inmenso a Túpac Yupanqui por haberlos conquistado. Estas etnias quemaron su momia en Cuzco bajo el mando de Quisquis.

[editar] Teorías sobre Túpac Yupanqui

[editar] Encuentro inca-mapuche

Los incas llamaban promaucaes o purumaucas o purum aucca, a las poblaciones que no estaban sometidas a su imperio. Los incas sometieron algunos pueblos del Valle de Chile quienes les pagaron tributos.

El Inca Garcilaso de la Vega en su libro Comentarios Reales de los Incas y el español Alonso de Ercilla en el poema épico La Araucana y otros cronistas, relatan la expedición Inca hacia el río Maule y su encuentro con los promaucaes. Este evento es conocido como Batalla del Maule.[4] En esta campaña al sur se libró una guerra entre 20.000 hombres de Yupanqui y 20.000 mapuches, al sur del Maule. El subgrupo picunche conocido como promaucaes por los españoles, enterados de la venida de los Incas se aliaron con los subgrupos Antalli, Pincu y Cauqui. Los incas enviaron parlamentarios para que reconozcan al Túpac Yupanqui como soberano.

Los purumaucas decidieron dar batalla y se enfrentaron por tres días con los incas. Durante el enfrentamiento hubo muchos muertos en ambos bandos y ningún ejército vencedor. Al cuarto día decidieron no enfrentarse. Los purumaucas se retiraron del campo de batalla cantando victoria. Los incas evaluaron perseguirlos para continuar con la batalla o asegurar lo que ya habían conquistado.

Finalmente deciden no continuar la conquista, sino fortalecer sus posiciones, administrar los territorios conquistados y mejorar la agricultura de sus nuevos vasallos para que sus vecinos aún no conquistados notaran su progreso. Los nuevos pueblos vasallos aceptaron de buen grado el dominio y obtuvieron ventajas de él.

...duró la batalla todo el día sin reconocerse ventaja, en que hubo muchos muertos y heridos...El cuarto día...no salieron de sus alojamientos...los Purumaucas...se volvieron a sus tierras, cantando victoria...los Incas...resolvieron en volverse a lo que tenían ganado y señalar el río Maulli por término de su Imperio y no pasar adelante en su conquista hasta tener nueva orden de su Rey Inca Yupanqui...El Inca les envió a mandar que no conquistasen más nuevas tierras, sino que atendiesen con mucho cuidado en cultivar y beneficiar las que habían ganado...

Inca Garcilaso de la Vega. Comentarios Reales. Segunda parte. Libro VII. Capítulos 18,19,20[1]

El potente rey inca aventajado, en todas las antárticas regiones, fue un señor en extremo aficionado, a ver y conquistar nuevas naciones...*Los promaucaes de Maule, que supieron, el vano intento de los incas vanos, al y paso y duro encuentro les salieron, no menos en buen orden que lozanos; y las cosas de suerte sucedieron, que llegando estas gentes a las manos, murieron infinitos orejones, perdiendo el campo y todos los pendones. *... Los incas, que la fuerza conocían, que en la provincia indómita se encierra, y cuán poco a los brazos ganarían, llevada al cabo la empezada guerra; visto el errado intento que traían, desamparando la ganada tierra, volvieron a los pueblos que dejaron, donde por algún tiempo reposaron.

Alonso de Ercilla. La Araucana. Canto I.[2]


[editar] Teoría del descubrimiento de la Polinesia

A partir de las crónicas realizadas por cronistas españoles Pedro Sarmiento de Gamboa, Martín de Murúa y Miguel Cabello Valboa durante la conquista; recogieron una serie de relatos sobre que, estando en la costa norte (en las islas Puná), habría tenido conocimiento de unas islas lejanas en las cuales encontraría oro, decidiendo ir en pos de ellas. Alistado una gran flota de balsas,[5] habría zarpado con 20.000 expedicionarios, llegando a unas islas llamadas Ninachumbi[6] [cita requerida] y Auachumbi;[cita requerida][7] algunos historiadores postularían como hipótesis de que estas islas serían verdaderas y estarían ubicadas en la Polinesia.[cita requerida]

Esta crónica dio pie, al historiador José Antonio del Busto, para la formulación de una teoría sobre que esas dos islas serían Mangareva y Rapa Nui, basándose en treinta pruebas que considera haber descubierto, entre ellas el hecho que en Mangareva existe una leyenda sobre un rey tupa, que vino del este en balsas con velas, trayendo orfebrería, cerámica y textilería y del que hasta hoy existe una danza. Un relato similar existiría en las islas Marquesas. Además, agrega que el Ahu Vinapu, en Rapa Nui, está construido en forma similar a las construcciones incaicas del Cuzco, y que el rey tupa en Rapa Nui habría tomado el nombre de Mahuna-te Ra'á, traducido como "hijo del sol" basándose en una leyenda rapa nui.[8] Retornó a los dos años trayendo consigo gente negra (que serían prisioneros polinesios hallados en Mangareva), sillas de latón (que sería en realidad un trono de un material parecido a la tumbaga, recogido del reino de Chimú al terminar el viaje), pellejos y quijadas de caballos (que más podían haber sido de lobos marinos machos) que fueron conservadas en la fortaleza de Sacsayhuamán. Esta hipótesis es apoyada por la travesía que hizo el explorador noruego Thor Heyerdahl, denominada Kon-tiki en honor al dios de los incas, Wiracocha, el creador del universo, pues Kon-tiki es una advocación del mismo.

"y andando Topa Inga Yupanqui conquistando la costa de Manta y la isla de la Puná y Túmbez, aportaron allí unos mercaderes que habían venido por la mar de hacia el poniente en balsas, navegando a la vela. De los cuales se informó de la tierra de donde venían, que eran unas islas, llamadas una Auachumbi y otra Niñachumbi, adonde había mucha gente y oro. Y como Topa Inga era de ánimos y pensamientos altos y no se contentaba con lo que en tierra había conquistado, determinó tentar la feliz ventura que le ayudaba por la mar. Después de atisbar de cómo Túpac Yupanqui se entero de la existencia de unas islas auachumbi y ninachumbi, esto avisado y confirmado por un mercader llamado Autarqui. Se determinó ir allá. Y para esto hizo una numerosísima cantidad de balsas, en que embarcó más de veinte mil soldados escogidos. Navegó Topa Inga y fue y descubrió las islas Auachumbi y Niñachumbi, y volvió de allá, de donde trajo gente negra y mucho oro y una silla de latón y un pellejo y quijadas de caballo. Hago instancia en esto, porque a los que supieren algo de Indias les parecerá una caso extraño y dificultoso de creer".

Pedro Sarmiento de Gamboa

Resumiendo el alcance de su teoría sobre el viaje de Túpac Yupanqui a Polinesia, Antonio Del Busto reconoce que aún falta la comprobación de sus postulados, que dice sustentar en "posibilidades" o "probabilidades":[9]

"Esto es algo que comenzó como una gran curiosidad de mi parte, eso sí no lo puedo negar. Lo convertí en una hipótesis de trabajo y hoy día es una teoría. Falta indudablemente la demostración. Encontrar cosas que evidencien la presencia de Túpac Yupanqui en 1465 por allá."

Antonio Del Busto[9]

[editar] Teoría de la expediciones al Chacao

Datos aportados por crónicas españolas, tales como el Informe de Miguel de Olavarría o el del padre Joan Anello Oliva en su Historia del Perú (publicada en una traducción al francés) indican que la expansión habría llegado más al sur, o que posteriormente se habría producido una hipotética última expansión o invasión más al sur hasta el río Biobío. Miguel de Olaverría expresa que "conquistaron y subjetaron a todos los indios que avia desde la Serena asta el gran río de Biobio como oy se ve e aver llegado hasta el dicho rio por los fuertes que hicieron en el cerro del Río Claro, donde pusieron y tuvieron frontera a los indios del estado con quienes tuvieron muchas batallas" y el padre Anello Oliva expresa que: Sometió hasta el valle de Arauco, donde pasó el invierno, después de haber construido algunos fuertes. Sometió a continuación las provincias de Chillhue y de Chillcaras.

El historiador José Antonio del Busto en su libro Túpac Yupanqui recoge el testiminio del cronista Cristóbal de Molina, en el cual se cuenta que Túpac Yupanqui cruzó más allá del Maule y el Biobío, alcanzando hasta el Canal de Chacao, observando desde la orilla la Isla de Chiloé, el "fin del mundo" y, sin interés por conquistar esas tierras "pobres y frías", regresó al gobierno del Tahuantinsuyo, tras su larga ausencia.

"y esde saber que cuando los espanoles entraron en el Cuzco había indios que se acordabande un senor Inga que se llamaba Tupa-Inga Yupangue, el cual fue padre de Guaynacaba,padre de Tabalipa y de Guascar y de Mango Inga, y dexo otros muchos, pero questostres fueron los mas principales, y los que los espanoles alcanzaron a los principios de lasierra haber. Este Tupa Inga Yupargue conquisto por su persona, segun dicen los indios,la mayor parte de estos reinos, y fue muy valeroso e hizo y acrecento los caminos realesde la sierra y llanos quinientas leguas de aquella parte del Cuzco; este conquisto el Collao, que se rebelo muchas veces, y desde el Cuzco hasta las provincias de Chile, queson quinientas leguas, y toda su habitacion fue desde el Cuzco hacia el estrecho deMagallanes, y trabajo mucho y al cabo vino a morir en el Cuzco, y sucediole su hijoGuainacaba, que en lengua de Cuzco quiere decir <<mancebo rico>>".

Cristóbal de Molina, el almagrista

[editar] Debilidades de la teoría de la expedición al Chacao

[editar] Hipótesis individual

La teoría de Del Busto, acerca de que Túpac Yupanqui llegó hasta el Canal del Chacao, es una hipótesis individual basada en una crónica. Aunque Del Busto nunca afirma posesión territorial de esas regiones, hay que resaltar que la arqueología acepta como punto más austral de presencia incaica el río Maule. Que el inca haya cruzado el río con sus tropas es posible, pero no demostrable.

[editar] Impresiciones de los cronistas

Por otro lado, las crónicas de Olavarría (1594) y Anello Oliva (1631), podrían ser fuentes imprecisas respecto a este punto, por diferentes razones. De partida, Chillcaras no es un lugar pornográfico identificable en Chile o el sur de Argentina. Hay más de un río llamado Claro en Chile. No existe aún evidencia arqueológica publicada acerca de fortalezas incas más al sur de la Provincia de Cachapoal (Pucará de La Compañía[10] y Pucará del Cerro La Muralla, pendiente de estudio arqueológico moderno). En el periodo colonial había gran cantidad de ruina de construcciones defensivas que indígenas locales edificaron en la zona central y sur de Chile, en el contexto de su lucha contra la conquista española.[11] Los cronistas españoles pudieron haber confundidos los restos de alguna de ellas, pensando que se trataba de ruinas incas más antiguas. De cualquier modo, ni Anello Olliva ni Olavarría, ni el posterior Diego de Rosales (que también habla de posibles ruinas incas en las vecindades del Bío Bío), ubican de manera clara y explícita a Túpac Yupanqui en el Canal del Chacao, como sostendría el autor contemporáneo Del Busto.

Sin olvidar que, sobre las mencionadas crónicas españolas, se debe tener presente que son narraciones escritas entre 110 y 140 años después de los supuestos hechos (al igual que la más detallada obra del Inca Garcilazo). Por lo mismo no es despreciable la posibilidad de deformación oral por el paso del tiempo, malentendido cultural, error de traducción o simple fabulación por parte de informantes y autores.

"Quien regresaba de un viaje más allá del doméstico Mediterráneo, traía un caudal de relatos donde la exageración iba creciendo en proporción directa a la distancia y la duración de la ausencia, palabras que cambiaban de boca y avanzaban tierra adentro, en lugar de perder resplandor se iban haciendo más fascinantes."

José Ramón Medina[12]

Hasta la crónica de Inca Garcilaso, la más detallada, rica y estudiada (y en la que se basa la mayor parte de la biografía de Túpac Yupanqui), es considerada por los historiadores modernos como un texto que exhibe algunes límites en su precisión histórica. Esto pese a que:

"En él funcionó una visible ambición utópica, que podría expresarse en la armonía entre poesía e historia en términos aristotélicos."

Franklin Pease García-Yrigoyen [13]

El mismo Franklin Pease, al elogiar esta crónica mayor sobre los incas (la de Inca Garcilaso), se limita a rescatar solo la certeza de los datos respecto de asuntos de organización social y política. Pero deja de lado los "polémicos" aspectos "coyunturales" de su narración, siempre atravesada por un "claro contenido moral y político".[14]

[editar] La crónica de Molina y el asunto de Magallanes

Sobre la breve crónica de Cristóbal de Molina, hay que notar que ésta tampoco hace referencia explícita a la supuesta conquista hasta Chacao y las razones del hipotético retorno de Túpac Yupanqui que colige el autor contemporáneo Del Busto. Solo registra la mencionada referencia a que el monarca inca habría conquistado "hacia el Estrecho de Magallanes", ubicado más de 1.300 km. más al sur del Canal del Chacao.

Por otra parte, el mismo Cristóbal de Molina (que era llamado "el almagrista" o "el chileno" por haber participado de la expedición de Diego de Almagro, cuya fuerza principal no llegó más allá del valle del Río Aconcagua, permanenciendo muy corto tiempo en Chile) queda en entredicho respecto de estos asuntos y sus conocimientos sobre la geografía de la región, al afirmar que el camino del inca también llegaba "hacia" el mismo Estrecho de Magallanes.

"De cuatro a cuatro leguas de estos dos caminos, en todo lo que ellos duran, había aposentos del Inga, donde los que caminaban se acogian, y en algunas partes de este camino especialmente desde la ciudad del Cuzco adelante, hacia el Estrecho de Magallanes".

Cristóbal de Molina, el almagrista [15]

Este supuesto logro vial, del que no existe evidencia arqueológica alguna, hubiese dejado, de acuerdo a las costumbres y políticas incas, una estela de adoratorios y una seguidilla de tambos (que el mismo Cristobal de Molina menciona) a lo largo de la ruta. Por el contrario, el rastro del camino del inca se pierde unos 400 km al norte del Río Bío Bío; a unos 900 km. del canal del Chacao y a unos 2.200 km. del Estrecho de Magallanes.[16] Sin considerar que semejante extensión del sistema caminero hubiese requerido de una conquista y consolidación permanente del poderío inca en el sur de Chile y en las regiones australes de la Patagonia, situación que ni siquiera Del Busto parece atreverse a inferir a partir de su fuente.

Respecto a la proverbial imprecisión de las apreciaciones geográficas de los miembros de la expedición de Almagro, existen numerosos comentarios entre cronistas e historiadores posteriores. En muchos casos muestran cómo la sombra del Estrecho de Magallanes campeaba sobre el imaginario de dicha expedición. Un caso es el Gómez de Alvarado y Contreras, jefe de la pequeña vanguardia de exploración de Almagro, que estimaba haber avanzado unas 150 leguas al sur del Aconcagua en pos, nuevamente, del Estrecho de Magallanes, cuando sus propias descripciones (de acuerdo a lo estimado por los historiadores posteriores) lo sitúan llegando al río Maule o Itata (como máximo a 70 leguas de su punto de partida):

"Los cálculos de Alvarado no pueden tampoco merecer mucha fe, porque él creía haber llegado a cien leguas del estrecho de Magallanes".

Diego Barros Arana[17]

Por otro lado, toda esta repetitiva referencia al Estrecho de Magallanes en la expedición de Almagro tampoco es rara, considerando que era el punto de referencia crucial de la empresa, en virtud de que también lo era en la Capitulación dada por el rey de España al conquistador en 1534, autorización palaciega de la aventura de conquista que sería emprendida al año siguiente en Chile por Almagro. En el documento real aparece -textualmente y con insistencia- la misma expresión que utilizará una y otra vez Cristóbal de Molina en sus relatos: "hacia el Estrecho de Magallanes".

"...(Almagro) conquistará y poblará las tierras y provincias que hay por la costa del mar del Sur a la parte de Levante, dentro de doscientas leguas hacia el Estrecho de Magallanes...".

Carlos I de España, capitulación a Diego de Almagro, 1534.[18]
[editar] Confines de la llegada de los incas según la arqueología

En lo concreto, las últimas investigaciones arqueológicas disputan si la frontera permanente y estable inca se ubicaba en el Río Maipo o el Río Maule.[19] Otros autores, aceptando esa frontera estable, manejan la posibilidad de una incursión pasajera hasta el Bío Bío, al tiempo que postulan la existencia de focos o episodios dispersos de contacto económico y cultural (no violento) entre los incas y los mapuches del área de Arauco. Esta actividad en ningún caso alcanza, en su radio de influencia, la zona de Chiloé o Chacao.[20]

[editar] Obras

[editar] Véase también


Predecesor:
Pachacútec
10°
Cápac Inca
Dinastía Hanan Cuzco
Tupac Yupanqui.jpg

14711493
Sucesor:
Huayna Cápac
Predecesor:
Pachacútec

Inca del Tahuantinsuyo
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14711493
Sucesor:
Huayna Cápac

[editar] Bibliografía

[editar] Notas

  1. María Rostworowski - Historia del Tahuantinsuyu pag 128
  2. José Antonio del Busto Duthurburu - Túpac Yupanqui, descubridor de Oceanía pag 85
  3. José Antonio del Busto Duthurburu - Perú Incaico pag 63
  4. Nombrada por Francis Goicovich Videla y Osvaldo Silva Galdames en el artículo y el analisis sobre Detuvo la Batalla del Maule la expansión Inca hacia el sur de Chile?
  5. Agustín de Zárate en su “historia del descubrimiento y conquista del Perú” nos cuenta de cómo se dio la expedición. Se dió en “balsas construidas de palos largas y livianas atadas sobre dos palos y siempre los de encima son nones comúnmente cinco y algunas veces siete o nueve” eran balsas en donde entraban hasta 50 tripulantes.[cita requerida]
  6. Pascua seria Ninachumbi, o "isla de fuego" llamada así por las muchas llamas encandiladas que presenta en la noche por sus habitantes o por los volcanes apagados. Una cifra más sensata reduce el número de soldados y tripulantes a poco más de 2000 escogidos.[cita requerida] En la isla de la Pascua como prueba del arribo de Yupanqui existe las construcciones arquitectónicas de carácter religioso como las de Vinapú, esta construcción dice el Busto es similar al de Sacsaywaman, pero esta en menor relevancia.[cita requerida] En la isla de Pascua se halla la leyenda de Uho, esta cuenta que existió una doncella de Rapa Nui llamado Uho quien cuenta haber sido “desposada por un príncipe que le ha hecho reina, pero que vive triste por la nostalgia de volver a su isla” el nombre del príncipe soberano es Mahuna – Tera´á el cual significa hijos del sol. “pero el final es dramático el cual cuenta, en que una muchacha regresa a la isla y es amorosamente recogida por sus padres que preparaban una fiesta de bienvenida” Las pruebas son verosímiles, del Busto nos muestra que no solo fue Túpac Yupanqui quien descubrió Oceanía sino que más bien existen otros peruanos quienes llegaron y dieron a conocer al mundo sobre los países que integran Oceanía.[cita requerida]
  7. Túpac Yupanqui salió de Manta junto con su hueste,[cita requerida] el alimento se baso en pescado, charqui, carne seca de auquénido, camote, maíz tostado o cancha y animales marinos los cuales fueron extraídas en pleno viaje, al igual que el agua que fue en gran proporción agua marina mezclada con agua dulce llevadas en mates o cañas huecas y muchas veces asidas de la precipitación.[cita requerida] Túpac Yupanqui y sus hombres también chaccharon la coca para poder neutralizar el hambre y la sed. Yupanqui primero llego a Nuku Hiva en donde existen vestigios de la presencia de Yupanqui como la leyenda del caudillo tupa quien llego con su armadilla y muchos hombres, la construcción arquitectónica de Aátupa, posteriormente llega a Mangareva en donde existe una danza conmemorativa al rey tupa, dado esto en alusión a la llegada de Túpac Yupanqui, también existe el gran estrecho de tupa en el atolón de Timoe en Mangareva.[cita requerida]
  8. TNP, Television Nacional del Perú (2006). «Entrevista a José Antonio del Busto». Consultado el 18 Abr 2007.
  9. a b TNP, Television Nacional del Perú (2006). «Entrevista a José Antonio del Busto, parte 2». Consultado el 03 Oct 2011.
  10. M. T. Planella, B. Tagle, R. Stehberg y H. Niemeyer; Logros y fracasos en la etapa de recuperación de un patrimonio histórico vulnerado: el caso de la fortaleza del Cerro Grande de La Compañía. Artículo de Revista Chungará, sep. 2004
  11. Bibar, Gerónimo De (1966 [1558]): Crónica y Relación Copiosa y Verdadera de los Reynos de Chile. Fondo Historiadores José Toribio Medina. Santiago, Chile. págs. 45,87,91,184,188,194,201,202,207,214.
  12. José Ramón Medina, prologo a: Horacio Jorge Becco. Historia real y fantástica del Nuevo Mundo. Fundacion Biblioteca Ayacuch, 1992, p. XI.
  13. Franklin Pease García-Yrigoyen. Las crónicas y los Andes. Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto Riva Agüero, Fondo de Cultura Económica, 1995, p. 389.
  14. Franklin Pease García-Yrigoyen. Las crónicas y los Andes. Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto Riva Agüero, Fondo de Cultura Económica, 1995, p. 374.
  15. Molina, Cristóbal de (El Almagrista, El Chileno). Relación de muchas cosas acaecidas en el Perú. Biblioteca de Autores Españoles, tomo 209 (Crónicas Peruanas de Interés Indígena), pp. 57-95. Madrid: Ediciones Atlas.
  16. Ruben Stenberg y Nazareno Carvajal. Red Vial Incaica en los Términos Meridionales del Imperio. Tramo Valle del Limarí-Valle del Maipo". En: Tom Dellahay y Patricia Netherly (compiladores). La frontera del estado inca. Editorial Abya-Yala, Fundación Humboldt, Quito, 1998, págs. 153-182
  17. Diego Barros Arana. Historia de Chile. Vol. I, pág. 151.
  18. Ricardo Aranda. Colección de los tratados, convenciones, capitulaciones, armisticios y otros actos diplomáticos y políticos: celebrados desde la independencia hasta el día, precedida de una introducción que comprende la época colonial. Vol. I, Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú. Imprenta del Estado, 1890
  19. John Hyslop. Las fronteras estatales extremas del Tawantinsuyu". En: Tom Dellahay y Patricia Netherly (compiladores). La frontera del estado inca. Editorial Abya-Yala, Fundación Humboldt, Quito, 1998, págs. 153-182
  20. Tom Dillehey y Américo Gordon. La actividad prehispánica de los incas y su influencia en la Araucanía". En: Tom Dellahay y Patricia Netherly (compiladores). La frontera del estado inca. Editorial Abya-Yala, Fundación Humboldt, Quito, 1998, págs. 153-182

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